¿Quién distribuye los beepers que estallaron a los miembros de Hezbollah?

Líbano  se ha sumido en el caos  tras  un ataque masivo que ha dejado al país en estado de shock. Los hospitales están desbordados  por la llegada de miles de heridos, mientras que en la frontera sur, algunas localidades han sido blanco de  bombardeos israelíes desde primeras horas de la mañana.

Hezbollah, la milicia chií que domina el sur de Líbano, ha acusado a Israel  de orquestar un ataque a gran escala contra los dispositivos de comunicación que utilizan sus miembros. Según el grupo, este ataque ha causado  la muerte de 11 personas y ha dejado alrededor de 3.000 heridos.

En un primer momento, surgieron especulaciones sobre la posibilidad de que el ataque fuera un ciberataque. Fuentes de seguridad citadas por el diario 'The New York Times' aseguran que el Mossad  intervino los dispositivos de comunicación de Hezbollah  antes de que llegaran a Líbano.

Al parecer, colocaron  en su interior pequeñas cargas explosivas junto a las baterías. Estos dispositivos, conocidos como busca o beepers, fueron manipulados  para que emitieran un pitido antes de detonar. Así, causaron una serie de explosiones  coordinadas que desataron el pánico en las filas de Hezbollah.

Los beepers en cuestión fueron adquiridos por Hezbollah en un cargamento que incluía 3.000 unidades de diversos modelos y marcas. La empresa taiwanesa Gold Apollo, una de las que fabrica estos dispositivos, negó estar detrás de los modelos AR-924.

Gold Apollo apuntó a una compañía europea, BAC, como la responsable de su producción. Israel, por su parte, no ha confirmado ni desmentido su implicación en el ataque. Pero, como suele suceder en estas operaciones, comenzaron a surgir filtraciones en medios internacionales como 'The New York Times' y 'The Jerusalem Post'.

Según estas fuentes, el Mossad y la inteligencia israelí llevaron a cabo la operación por temor a que Hezbollah estuviera cerca de descubrir sus actividades. El portal Axios informó que la decisión de ejecutar el ataque se tomó poco después de una reunión en Tel Aviv.

A esta reunión acudieron Amos Hochstein, principal asesor del presidente estadounidense en Oriente Medio, el primer ministro israelí, Netanyahu, y el ministro de Defensa ,Gallant. A pesar de esta reunión, las autoridades estadounidenses insisten en que no tenían conocimiento previo de la operación.

¿Responderá Hezbollah?

El ataque ha tenido un impacto devastador para Hezbollah. No solo ha causado un gran número de víctimas, sino que también ha puesto al descubierto la vulnerabilidad de su sistema de comunicaciones. El diario libanés 'Al Akhbar', cercano a Hezbollah, reconoció que este es el golpe más fuerte que ha recibido desde el inicio del conflicto.

"El enemigo ha demostrado una superioridad tecnológica y de inteligencia". Declaraba el periódico, que también señaló que el ataque a gran escala podría desencadenar una respuesta violenta por parte de la organización chií.

Hasán Nasrala, líder de Hezbollah, ha anunciado que ofrecerá una declaración para evaluar la situación y analizar el grave fallo de seguridad. Un fallo que permitió a Israel infiltrarse en sus sistemas de comunicación interna. Esta operación recuerda el asesinato de Ismael Haniyeh, líder de Hamás, ocurrido un mes antes en Teherán en otra operación atribuida a la inteligencia israelí.

El ataque no solo ha golpeado la infraestructura de Hezbollah, sino que también ha lanzado un mensaje claro. Israel está dispuesto a emplear medidas excepcionales para debilitar a sus enemigos, incluso si esto implica romper las reglas de enfrentamiento tradicionales.

La tensión en la región aumenta, y el temor a una respuesta violenta por parte de Hezbollah es palpable. Nasrala ha dejado entrever que su grupo podría tomar represalias para recuperar el efecto de disuasión que han perdido frente a Israel.