El PSOE le declara la guerra a los medios críticos con nuevas medidas de control
Las propuestas aprobadas han generado alarma sobre el control gubernamental sobre los medios de comunicación
El Congreso Federal del PSOE en Sevilla, celebrado con gran atención mediática. El partido de Pedro Sánchez adoptó una serie de medidas que no solo buscan la "transparencia", sino que también están alineadas con la creciente preocupación por los medios de comunicación críticos.
Las propuestas aprobadas han generado alarma sobre la libertad de expresión y el control gubernamental sobre los medios.
Una de las propuestas clave aprobadas en este Congreso es la creación de una reforma legislativa que obligue a los medios de comunicación a hacer públicas sus fuentes de financiación.
Este punto es, en apariencia, un intento de promover la transparencia, pero plantea un problema fundamental. ¿Está el PSOE realmente comprometido con una prensa libre o busca coartar a aquellos que se oponen a sus políticas?
Los medios de comunicación que critican al Gobierno, especialmente aquellos que no se alinean con la narrativa oficial, podrían verse presionados bajo esta nueva normativa. La exposición de sus fuentes de financiación podría poner en peligro la independencia editorial de muchos de ellos. Especialmente si sus recursos provienen de asociaciones no alineadas con los intereses del poder político.
Además, la propuesta de establecer sistemas de verificación en medios y redes sociales podría parecer beneficiosa para contrarrestar la desinformación. Sin embargo, la pregunta es ¿quién tendrá el control sobre lo que se considera falso?
Si el poder político, en manos del PSOE, tiene la capacidad de definir lo que es desinformación, podríamos estar ante un riesgo de censura disfrazada de lucha contra las fake news.
El sistema de auditoría algorítmica que proponen también plantea dudas. Las plataformas digitales, como Facebook o X, se verían obligadas a revelar cómo funcionan sus algoritmos. Lo cual podría ser interpretado como un intento de control.
Otro punto alarmante de las propuestas es la obligación de asociar una identificación verificable a cada cuenta o perfil en redes sociales.
Aunque la lucha contra el anonimato en las plataformas puede parecer un paso hacia la responsabilidad. Esta medida podría abrir la puerta a una vigilancia masiva.
También se ha propuesto restringir el uso de redes sociales por parte de los menores de edad. Aunque la protección infantil es esencial, estas restricciones también podrían ser interpretadas como una forma de controlar el acceso a la información.
Las redes sociales han sido una herramienta crucial para que los jóvenes se informen, se organicen y participen activamente en la política y la sociedad. Limitar su uso podría tener efectos contraproducentes en una generación que ya enfrenta numerosos desafíos en el ámbito digital.
Por último, la propuesta de regular la inteligencia artificial (IA) y la Carta de Derechos Digitales. Este es otro terreno en el que el PSOE busca avanzar. No obstante, la falta de claridad sobre los límites de esta regulación genera preocupación sobre la influencia que el gobierno podría ejercer sobre tecnologías emergentes.
Regular la IA es necesario, pero también es fundamental evitar que esto se convierta en una herramienta para controlar aún más la información.
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