El oscuro pasado laboral de Begoña Gómez al descubierto
Un extrabajador afirmó que Gómez tenía un conocimiento detallado de las prácticas irregulares de la empresa
La empresa Inmark, en la que Begoña Gómez ocupó cargos de socia y directora en 2016. Ha sido señalada por prácticas laborales cuestionables.
Una de las principales denuncias es la discriminación salarial entre los trabajadores de Sevilla y Madrid. Inmark contrataba a empleados en Sevilla bajo el título de "auxiliar administrativo" para realizar tareas de "teleoperador".
Según el convenio, los teleoperadores debían recibir un salario de alrededor de 7,5 euros brutos por hora, pero los auxiliares administrativos ganaban menos de 6 euros por hora.
Un ejemplo de esta práctica es un contrato en el que un teleoperador fue contratado como "auxiliar administrativo". Con un sueldo de 5,96 euros brutos por hora, evidenciando una clara discrepancia salarial.
Prácticas Laborales Abusivas
Los abusos laborales en Inmark no se limitaban a los bajos salarios. La empresa también implementaba prácticas como los "finiquitos negativos". Esto implicaba que los empleados que dejaban la compañía sin un aviso previo "suficiente" tenían que pagar a la empresa.
Esta política ejercía una presión adicional sobre los trabajadores, desincentivando su salida y perpetuando condiciones laboral
Un extrabajador de Inmark denunció haber sido descontado 10 minutos de su nómina mensual. Debido a una llegada tardía a la oficina por una avería en su coche. Esta rigidez en la administración del tiempo laboral reflejaba una falta de empatía y flexibilidad por parte de la empresa.
El Rol de Begoña Gómez
Según varios ex empleados, Begoña Gómez jugaba un papel central en la dirección de la empresa. Aunque su visibilidad disminuyó cuando Pedro Sánchez ganó prominencia en la política nacional, su influencia en las operaciones de Inmark era innegable.
Un extrabajador afirmó que Gómez tenía un conocimiento detallado de las prácticas de la empresa. Que desde que Sánchez ganó notoriedad, ella redujo sus visitas a la empresa.
Otro ex empleado relató cómo decidió abandonar Inmark debido a cambios repentinos en los objetivos mensuales, ajustados según los intereses de la empresa.
Gómez era acusada de mentir sobre estos objetivos, alterándolos a mitad de mes para justificar recortes en los salarios. Según este empleado, esta práctica le costaba entre 500 y 600 euros al mes, reduciendo significativamente sus ingresos.
Proceso de Selección Humillante
Además de las prácticas laborales internas, Inmark también fue criticada por su proceso de selección de personal. Extrabajadores denunciaron que, durante la selección. Se les prometía estabilidad laboral solo para ser despedidos días después bajo el pretexto de estar en "periodo de formación".
Este método no solo afectaba la estabilidad laboral de los empleados, sino que también minaba su confianza y moral.
Un extrabajador de Inmark denunció haber sido descontado 10 minutos de su nómina mensual debido a una llegada tardía a la oficina por una avería en su coche. Esta rigidez en la administración del tiempo laboral reflejaba una falta de empatía y flexibilidad por parte de la empresa.
Las revelaciones sobre las prácticas laborales en Inmark han generado una considerable controversia. Para muchos, estas prácticas son un reflejo de una cultura corporativa que prioriza las ganancias sobre el bienestar de los empleados. La implicación de Begoña Gómez, dada su relación con Pedro Sánchez, añade un componente político a la controversia, generando críticas tanto de opositores políticos como de defensores de los derechos laborales.
La Respuesta de la Empresa
Hasta el momento, Inmark no ha emitido una respuesta oficial detallada a las acusaciones. La empresa se ha limitado a negar cualquier irregularidad, afirmando que todas sus prácticas laborales están en conformidad con la legislación vigente. Sin embargo, las denuncias de los ex empleados sugieren una realidad diferente, marcada por la explotación y la falta de transparencia.
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