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Un hombre con gafas y una mujer cantando con micrófono aparecen frente a una bandera de Venezuela estilizada de fondo
POLÍTICA

Monedero asegura que María Corina en España iría a la cárcel

Un joven venezolano cuestiona a Monedero sobre la represión chavista mientras él descalifica a María Corina Machado

Un acto universitario protagonizado por Juan Carlos Monedero, exdirigente de Podemos, terminó convirtiéndose en un boomerang contra el propio ponente.

Un joven venezolano relata la dramática situación que atraviesa su país e invita a Monedero  a exponer su experiencia al visitar El Helicoide. La temida sede de la policía política chavista. Su intervención arrancó un incómodo momento que dejó en evidencia al ideólogo de Podemos.

El Helicoide es el centro de tortura del régimen de Nicolás Maduro. Habló de presos políticos hacinados, tratos inhumanos y familias que apenas pueden ver a sus seres queridos.

Con tono sereno, denunció que esa es la verdadera cara de un sistema que se sigue vendiendo en el exterior como “revolución bolivariana”.

El joven pidió a Monedero  que explicara cómo podía justificar los vínculos con un régimen que reprime y empobrece a millones de venezolanos. Su pregunta apuntaba directamente a la responsabilidad moral de quienes, desde Europa, han legitimado al chavismo  durante dos décadas.

Monedero ataca a María Corina Machado

Lejos de responder con datos o argumentos, Monedero eligió la descalificación. Aseguró que la líder opositora María Corina Machado “en España estaría en la cárcel”.

La afirmación causó estupor en la sala, pues equiparaba la lucha democrática de Machado con un delito en Europa.

El comentario fue recibido como un intento de silenciar la oposición venezolana y trasladar una narrativa falsa. Monedero, en lugar de condenar la represión chavista, buscó criminalizar a la figura que hoy concentra la esperanza de cambio en Venezuela.

Durante su intervención, Monedero llegó incluso a negar la validez de las actas de votación que certifican la victoria opositora.

Afirmó que esos documentos “no existen” y que todo era propaganda. La falsedad fue inmediata. El propio Centro Carter, referente mundial en observación electoral, ha validado esas actas como prueba legítima de fraude electoral.

Mujer sonriente con camiseta blanca y collar colorido sostiene un micrófono mientras varias personas la fotografían con sus teléfonos en un evento al aire libre

La manipulación de Monedero dejó clara su estrategia: negar las pruebas y sembrar dudas para proteger a un régimen del que ha recibido generosos pagos en el pasado.

El desvío contra Israel

Ante la contundencia del testimonio venezolano, Monedero optó por escapar del tema. Cambió radicalmente de tercio y comenzó a atacar a Israel.

Se refirió a Gaza y a la política internacional de forma agresiva, esquivando la pregunta inicial. La maniobra dejó patente su incomodidad y su incapacidad para justificar la represión chavista.

Ese desvío fue interpretado como un recurso desesperado para distraer la atención y no afrontar las denuncias de violaciones de derechos humanos en Venezuela.

Hombre con gafas y gorra azul sonríe y muestra ambos pulgares hacia arriba en un evento al aire libre con fondo amarillo y varias personas alrededor

El episodio recordó los oscuros vínculos de Juan Carlos Monedero con el régimen de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Informes periodísticos han revelado pagos millonarios procedentes de Caracas hacia consultoras y proyectos ligados al exdirigente. Lejos de ser un mero observador, Monedero fue parte activa de la maquinaria que maquilló la dictadura venezolana en Europa.

Su salida de Podemos y sus polémicas intervenciones públicas lo han dejado cada vez más aislado. Sin embargo, continúa defendiendo al chavismo con discursos plagados de contradicciones y falsedades.

La intervención del joven venezolano fue recibida con respeto y aplausos por parte del público. Su testimonio fue directo, real y difícil de rebatir. La respuesta de Monedero, en cambio, fue percibida como un ataque personal, una mentira y un desvío.

El contraste entre la verdad de un ciudadano que conoce el sufrimiento de su pueblo y un político europeo que lo niega fue evidente.

Monedero no solo quedó en evidencia, sino que reafirmó la imagen de un hombre atado a los privilegios del chavismo y alejado de la realidad.

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