Máxima preocupación en Génova por este motivo

No está siendo una campaña cómoda para el PP. La polarización que ha provocado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y temas que no estaban en el radar de Génova como la crisis con el líder argentino, Javier Milei, o el reconocimiento de Palestina está movilizando más al electorado de los socialistas y de Vox, los dos principales rivales de los populares.

El PP no ha querido mojarse en ambos asuntos y ha preferido mantenerse en una posición equidistante, lo que parece estar penalizando entre sus electores, muchos de los cuales se declaran seguidores de Milei o simpatizan con Israel, como hace Isabel Díaz Ayuso. 

En Génova consideraron que en estos temas tan complejos, el PP debía ofrecerse como la opción más moderada entre ambos partidos y huir del guerracivilismo. El problema están detectando en la sede del PP es que estos asuntos peliagudos sí están sirviendo al PSOE y Vox para movilizar a los suyos.

Cuando surgió la polémica de Milei, el PP optó inicialmente por no criticar al presidente argentino y mantenerse ajeno a la guerra, pero al día siguiente Esteban González Pons y Alberto Núñez Feijóo cambiaron de estrategia y reprocharon las palabras del fenómeno barrial. “Estos cambios de parecer, la falta de empatía con Israel como sí ha tenido Abascal, o la decisión de no bloquear la Ley de amnistía o no llevar a la comisión de investigación del Senado a Sánchez y Begoña Gómez, parece que están desmovilizando a su electorado.

Tampoco gusta entre sus votantes los continuos ataques del PP a Vox, una formación que demostró en Cataluña que puede crecer sin restarle al PP y viceversa. Un escenario que aún no quieren asimilar en Génova donde siguen insistiendo que la única opción de ganarle a Sánchez es “devorar a Vox” y crecer también por el centro y la izquierda moderada.

Sin embargo, la polarización de la campaña está siendo tan acentuada que España parece estar dividida en dos, con dos bloques claramente enfrentados, y que esa estrategia de Feijóo de quedarse en la posición neutral y en tierra de nadie en determinados temas no le está siendo rentable.

El PSOE, a pesar de sus escándalos de corrupción como los casos Koldo, Begoña o el del hermano de Sánchez, se mantiene bien y ha recortado siete puntos al PP en los últimos meses”, confiesa un conocido experto demoscópico. 

La estrategia de Sánchez de parar cinco días para victimizarse por los ataques de los “pseudomedios” y la “máquina del fango” a su mujer parece que está dándole resultado.

En Cataluña su líder, Salvador Illa, obtuvo un gran resultado, ha conseguido desacreditar a los medios que investigan los escándalos socialistas para que no afecte a su electorado y se ha erigido como el voto útil en la izquierda, pudiendo atraer a los votantes de Sumar, Podemos e incluso de ERC.

El jefe del Ejecutivo está recortando distancias en campaña y lo que parecía imposible hace unos meses se está convirtiendo en realidad a tenor de los últimos sondeos. El PSOE se encuentra, según varias encuestas, a solo tres puntos del PP de Alberto Núñez Feijóo, que está viendo también como Vox crece. 

Por poner un ejemplo, la encuesta de Sigma2 para El Mundo, situó al PP en mayo con 35,1% de los votos. Sin embargo, en junio, cayeron a 32,7: casi dos puntos y medio. Vox sube de 9,7% a 11% en un mes. Mañana GAD3 publicará otra en ABC, donde el PSOE también recortará distancias. 

Esta situación ha encendido las alarmas en Génova. “Estamos preocupados porque aunque vamos a ganar las elecciones no será por la distancia que esperábamos. El PSOE aguanta muy bien a pesar de todas las tropelías que está haciendo Sánchez, ha conseguido que muchos españoles ya vean los escándalos de la ley de amnistía, Begoña o Koldo como normales o que nuestro electorado esté resignado y hastiado.

A Vox la campaña le está viniendo bien porque en temas europeos están fuertes y la estrategia de polarización de Sánchez les viene bien. Lo importante ahora es que el bloque sume. Si Sánchez y su bloque de izquierdas consigue ganarnos habrá motivos para preocuparnos y si Sánchez decide adelantar elecciones para no depender de Puigdemont nos puede hacer un roto.

Si decide aguantar, dentro de tres años cuando convoque nuevas generales ya casi nadie se acordará de la amnistía, de Koldo o de Begoña y tendrá tiempo para soltar la chequera y excitar a su electorado. Hay que reconocer que es hábil”, confiesan desde Génova. 

Varios presidentes autonómicos consultados por EDATV también muestran su preocupación con el aguante de Sánchez, pero por ahora no señalan con el dedo a Feijóo. Un mal resultado en las europeas podría abrir una tensión en Génova que hace unos meses no se esperaba.