Marruecos se niega a entregar al asesino de los dos Guardias Civiles de Barbate

La Guardia Civil está perdiendo la paciencia en la búsqueda de Karim Gabarde, el narcotraficante marroquí que, al mando de una lancha motora, embistió una zodiac de la Guardia Civil. Hecho que ocurrió en Barbateen Barbate (Cádiz), causando la muerte de dos agentes. A pesar de haber sido localizado en un pequeño pueblo de Marruecos, el régimen de Rabat se niega a colaborar, alegando desconocimiento de su paradero.

Las autoridades españolas temen que Gabarde no sea detenido debido a sus conexiones, particularmente con su tío Abdellah El Merabet, un narcotraficante con lazos cercanos al régimen de Mohamed VI.

Los expertos en narcotráfico señalan que en Marruecos, para operar sin problemas en el negocio del hachís, es fundamental mantenerse fuera de la política. Evitando conflictos con la Gendarmería y demostrando lealtad a la Corona, reglas que El Merabet sigue rigurosamente.

A pesar de los esfuerzos de la Guardia Civil, Gabarde sigue libre y ha sido visto en Dalia disfrutando de actividades recreativas sin restricciones aparentes. Las gestiones diplomáticas entre España y Marruecos no han producido resultados tangibles, generando la preocupación de que Gabarde reciba un aviso que le permita evadir la justicia española.

Además, se sospecha que Gabarde y su grupo recibieron asistencia en Marruecos para desmantelar su embarcación y eliminar pruebas tras el ataque en Barbate. Los intentos iniciales de identificar al culpable incluyeron la detención errónea de varias personas en Sotogrande, lo que permitió a Gabarde desaparecer sin ser capturado.

Aunque España y Marruecos tienen un convenio de cooperación en seguridad, aún no se ha activado, dejando en suspenso la posibilidad de captura del narcotraficante.

La actitud de Marruecos hacia España en este caso revela una preocupante falta de cooperación y un evidente sesgo en la protección de criminales. Algo que pone en evidencia las dificultades que enfrenta España para hacer justicia en un caso de gravedad.

La situación plantea serias preguntas sobre la efectividad de los acuerdos de cooperación internacional y la verdadera disposición de Marruecos para combatir el narcotráfico.

Ahora los agentes están haciendo todo lo posible para que los culpables sean capturados y llevados ante la justicia. Sin embargo, falta un fleco, la autorización de Marruecos para proceder con su detención.

Los asesinos se encuentran escondidos en Dalía, un pequeño pueblo al norte del país. Los investigadores cuentan con pruebas sólidas para proceder al arresto de los implicados, los asesinos que acabaron con la vida de David Pérez y Miguel A. González.

El hecho conmocionó a España el pasado 9 de febrero en el Puerto de Barbate. La clave del caso fue el descubrimiento, el 17 de marzo, de una narcolancha varada en la playa de La Antilla (Huelva).

Fue en esa lancha donde los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil recuperaron la embarcación y notificaron a los investigadores. Estos realizaron un exhaustivo análisis de la barca y recogieron 61 evidencias, que incluían desde envases de yogur hasta un pasamontañas.

Este nuevo giro, abierto desde el mes de julio, provocó que el juez encargado del caso decretara el secreto del sumario. Con el fin de facilitar las diligencias que se están practicando. Fue después de haber descartado la participación de los primeros detenidos en el homicidio. Cabe recordar que quedaron en libertad los seis detenidos que estaban aún en prisión por el asesinato de Barabate.