Marruecos ignora a España y mantiene bloqueadas las fronteras de Ceuta y Melilla
El bloqueo asfixia la economía de los enclaves mientras Sánchez presume de "relación histórica" con Marruecos
El 13 de marzo de 2020, Marruecos cerró unilateralmente los pasos fronterizos con Ceuta y Melilla para contener la pandemia de Covid-19.
Desde entonces, las fronteras terrestres con los enclaves españoles no han sido reabiertas, pese a los reiterados anuncios del Gobierno español.
En abril de 2022, tras una reunión entre Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI, ambos países firmaron una declaración conjunta.
En esta se incluía el compromiso de “plena normalización de la circulación de personas y mercancías” a través de los pasos fronterizos.
Según el presidente del Gobierno, la medida buscaba establecer “una hoja de ruta duradera” que garantizara el flujo seguro de bienes y personas.
Un compromiso incumplido
Durante una rueda de prensa en Rabat, Sánchez prometió una “reapertura progresiva” de los pasos fronterizos, garantizando un flujo ordenado y seguro.
El acuerdo contemplaba el establecimiento de puestos aduaneros para reactivar el comercio entre Marruecos y los enclaves españoles. Sin embargo, más de dos años y medio después, esa reapertura sigue siendo una promesa incumplida.
El cierre ha afectado gravemente la economía de ambas ciudades autónomas, cuya actividad comercial dependía en gran medida del intercambio con Marruecos.
Además, los retrasos han generado tensiones políticas y críticas a la gestión del Ejecutivo español en sus relaciones con el país vecino.
Resolución del Congreso ignorada
En junio de 2024, el Congreso aprobó una proposición no de ley presentada por el Partido Popular. La propuesta instaba al Gobierno a iniciar conversaciones con Marruecos para reabrir las aduanas en un plazo de 90 días.
A pesar de contar con 181 votos a favor, el Ejecutivo ignoró la resolución.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró el 18 de diciembre que “España vive el mejor momento de su relación bilateral con Marruecos”.
Sin embargo, reconoció que el compromiso de abril de 2022 sigue sin cumplirse. Albares insistió en que la hoja de ruta acordada es clara y se está ejecutando, aunque los pasos fronterizos continúan cerrados.
Impacto económico y social
El bloqueo fronterizo ha intensificado las dificultades económicas en Ceuta y Melilla, especialmente para los pequeños comerciantes.
Estos han denunciado la falta de respuestas claras por parte del Gobierno central. Además, la ausencia de una aduana comercial afecta la confianza en las instituciones y en la viabilidad económica de las ciudades autónomas.
El comercio fronterizo era una fuente importante de ingresos, especialmente para las empresas que exportaban bienes a Marruecos.
El cierre prolongado no solo perjudica a los empresarios locales, sino también a cientos de trabajadores que dependían de esta actividad.
Críticas a la política exterior española
La oposición ha cuestionado la gestión del Gobierno en su relación con Marruecos. Denuncian que las promesas de normalización no se han materializado, dejando en evidencia la falta de avances concretos.
También critican que el Ejecutivo evite presionar a Marruecos para cumplir los acuerdos alcanzados.
Por su parte, el Gobierno defiende que la cooperación con Marruecos ha permitido avances en áreas como la gestión migratoria. Sin embargo, las críticas por la ausencia de una reapertura efectiva persisten.
A día de hoy, los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla permanecen cerrados, acumulando 998 días de inactividad comercial.
Mientras tanto, la incertidumbre sigue marcando la relación entre España y Marruecos, dejando a los ciudadanos de ambos lados de la frontera a la espera.
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