
Islamistas e izquierdistas protestan en Salt atacando a los Mossos
La protesta, respaldada por colectivos de izquierda y entidades proinmigración ilegal, surge tras días de disturbios provocados por okupaciones ilegales
Este sábado, grupos islamistas e izquierdistas han protagonizado una manifestación en Salt (Gerona) exigiendo viviendas gratuitas y atacando a la Policía.
La protesta, respaldada por colectivos de izquierda y entidades proinmigración ilegal, surge tras días de disturbios provocados por okupaciones ilegales.
Los incidentes comenzaron cuando un imán desahuciado intentó okupar otra vivienda con el respaldo de inmigrantes ilegales, lo que desencadenó enfrentamientos.
Desde el intento de ocupación, las calles del municipio han sido escenario de violencia, con ataques contra la Policía y barricadas incendiarias.
Magrebíes y subsaharianos han liderado las protestas, coreando lemas como «la Policía desahucia cada día» y exigiendo viviendas sin coste alguno.
Uno de los organizadores, Tarek Cheriha, ha exigido vivienda gratuita para todos, el fin de la «represión policial» y la eliminación del «racismo institucional».
Según Cheriha, la falta de vivienda para los inmigrantes es culpa del Gobierno español y las autoridades deben ceder ante sus demandas.

En un manifiesto leído durante la protesta, los convocantes han acusado al Estado de represión y han culpado a jueces y gobiernos de fomentar la violencia.
El documento sostiene que «la única respuesta de jueces y gobiernos es la violencia policial en forma de desahucios y militarización de las calles».
Lejos de condenar los disturbios, los organizadores han justificado la violencia como un método legítimo de presión para lograr viviendas gratuitas.
«Si ahora se habla de la crisis de vivienda, es gracias a los disturbios liderados por jóvenes y mujeres que luchan contra el racismo», han afirmado.
Estos «jóvenes» a los que se refieren son los mismos que han provocado el caos en Salt, con barricadas y ataques a la comisaría de los Mossos d'Esquadra.
Durante las últimas jornadas, los agentes han tenido que soportar lanzamientos de objetos, intentos de asalto y agresiones por parte de los manifestantes.
Ante el aumento de la violencia, la Policía ha desplegado más efectivos en la zona, mientras los vecinos denuncian el clima de miedo e inseguridad.
La permisividad de la izquierda con la inmigración ilegal y la okupación ha convertido a Salt en un ejemplo del fracaso de las políticas progresistas.
El Ayuntamiento ha admitido la crisis de vivienda, pero rechaza la okupación como solución y alerta sobre el crecimiento de la delincuencia en la zona.
Vecinos han denunciado que la inseguridad ha aumentado drásticamente en los últimos años, con peleas, robos y agresiones a plena luz del día.
Muchos residentes aseguran que no pueden caminar tranquilos por las calles, y algunos han optado por abandonar sus viviendas por miedo a represalias.
Mientras tanto, la izquierda radical sigue promoviendo el efecto llamada, incentivando la llegada de inmigrantes y justificando la violencia en las calles.
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