El Gobierno traslada inmigrantes ilegales de Canarias a Barcelona

Barcelona se ha sumado a la lista de destinos nacionales que reciben inmigrantes ilegales trasladados desde las Islas Canarias. El analista Rubén Pulido ha denunciado este nuevo traslado a través de sus redes sociales, mostrando una imagen desde El Prat.

En la fotografía compartida por Pulido, se observa a un grupo de inmigrantes escoltados por un agente de la Guardia Civil en la terminal. “Las fronteras son inexistentes; la ilegalidad ha sobrepasado toda legalidad vigente”, lamentó el experto en su publicación online.

Este tipo de traslados no es nuevo. El Gobierno lleva meses reubicando a inmigrantes desde Canarias hacia otras ciudades de la península. La presión migratoria en las Islas ha sido insostenible desde el comienzo de 2024, lo que ha llevado a aplicar este polémico reparto.

Solo en los primeros meses del año, llegaron más inmigrantes a Canarias que en todo el primer semestre de 2023. El aumento ha sido calificado de “espectacular”: un 1.184% más de entradas en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Mientras tanto, la ruta migratoria italiana ha bajado, con un 58% menos de llegadas en lo que va de año, según cifras oficiales. Frente a la saturación en Canarias, el Ejecutivo ha decidido redistribuir a los recién llegados por todo el territorio nacional.

Esta estrategia ha provocado un fuerte rechazo político y social, especialmente en comunidades que no fueron consultadas. En el centro de la polémica también se encuentran los menores no acompañados, conocidos como ‘menas’, y su gestión.

El reparto forzoso de estos menores generó tensiones políticas que frenaron la reforma de la actual Ley de Extranjería. Partidos como PP, Vox y Junts rechazaron el plan de reforma, que por ahora permanece paralizado en el Congreso.

Los desacuerdos sobre cómo repartir a los menores continúan sin resolverse, alimentando el debate sobre la inmigración. A nivel internacional, el Gobierno ha intentado contener la presión migratoria con inversiones millonarias en países emisores.

España ha duplicado su inversión en Marruecos, pasando de 400 a 800 millones de euros para frenar la salida de migrantes. Sin embargo, según analistas como Pulido, la monarquía marroquí continúa usando la inmigración como arma geopolítica.

La cooperación con Rabat ha mostrado pocos resultados sostenibles, y la llegada de pateras no se ha frenado. Pedro Sánchez también impulsó un modelo de “migración circular”, basado en contratar en origen y retornar tras el contrato.

Este modelo no ha funcionado como se esperaba y ha sido calificado de ineficaz por expertos en migración y empleo. Las imágenes de inmigrantes escoltados en aeropuertos peninsulares son cada vez más frecuentes, generando alarma ciudadana.

Pulido ha insistido en que estos traslados se realizan sin transparencia ni aviso a las autoridades locales competentes. El aeropuerto de Barcelona-El Prat se suma así a una lista que incluye ciudades como Madrid, Valencia o Málaga.

El Gobierno, por su parte, no ha dado declaraciones específicas sobre este último traslado a la capital catalana.