Gallardo defiende el honor de su abuelo tras los ataques de la izquierda

La reciente controversia en el Congreso de los Diputados ha puesto en el centro del debate la historia del abuelo de Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León. El ministro de Óscar Puente, realizó un comentario que desató la indignación de García-Gallardo. Quien defendió con firmeza el legado de su abuelo, Juan Frings Mayer, un inmigrante alemán que vino a España a mediados del siglo XX.

García Gallardo ha dejado claro el profundo orgullo que siente por su abuelo, un alemán que vino a España y se casó con una española. Al final, echó raíces y terminó amando profundamente al país que tan bien le acogió.

Puente, como ya es habitual, se dedicó a faltar al respeto a la oposición. Esta vez, a su entorno familiar más cercano.

Gallardo no se quedó callado. Salió a defenderse. 

En una publicación en la red social X, García-Gallardo respondió a las declaraciones de Puente, relatando la historia de su abuelo.

Según García-Gallardo, su abuelo "se quedó huérfano, vino a España a matarse trabajando (perdió varios dedos en la industria de la madera)". Prosiguió contando su vida amorosa: "se casó con una española, aprendió nuestro idioma y tuvo hijos y nietos de los que sentirse orgulloso".

Además, aprovechó el mensaje para lanzar una advertencia al ministro: "Lávate la boca antes de mencionar su nombre".

Un segundo mensaje

Sin embargo, las reacciones en redes sociales ante el mensaje de Gallardo fueron varias. Muchos fueron para apoyar al político pero otros decidieron atacarlo.

Debido a estos últimos, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León se vio obligado a publicar otro comunicado. Todo esto para callar a la "gentuza" que trata de "manchar" la memoria de su abuelo.

En dicho comunicado, el político relató con más detalle la dura vida de su abuelo y todas las dificultades que tuvo que afrontar.

"Mi abuelo materno vino legalmente a trabajar a España, con contrato de trabajo, después de quedarse huérfano en Alemania tras una guerra que comenzó cuando él tenía 14 años".

Así comenzaba Gallardo. Señaló que "recibió la nacionalidad española sin ningún privilegio junto con personas procedentes de muy distintos países, en 1963, después de años trabajando, casado, con dos hijos españoles y plenamente integrado en Santander".

"Fue acusado en falso por El País, que ya entonces era un panfleto adicto a las calumnias". Sin embargo, tal y como apunta el vicepresidente, "jamás condenado por nada". 

Fue el director de la fábrica La Marga, que no era de su propiedad, según Gallardo. Siempre destacando su gran trabajo y sacrificio, el vicepresidente explicó la época de su abuelo tras el cierre de la mencionada fábrica.

"Tras el cierre de La Marga, trabajó lejos de su casa, en San Leonardo de Yagüe (Soria) y Magaz (Palencia), para mantener a su familia, que seguía en Santander, con enorme sacrificio personal".

Visiblemente orgulloso de su antepasado, Juan García-Gallardo describe a su abuelo como "un hombre ejemplar, trabajador, generoso y un caballero". Añade que su abuelo cuidó a la abuela del vicepresidente "incluso cuando su estado de salud le impedía en sus últimos días de vida cuidarse a sí mismo".

Con un mensaje claro, Gallardo concluye:

"Los que le difamáis debéis saber que es imposible que un nieto esté más orgulloso de su abuelo de lo que lo estoy yo, y que habré triunfado en la vida si, cuando me vaya, mi familia me recuerda con el cariño y la admiración con el que lo hacemos nosotros".