El futuro político de Francisco Camps

Francisco Camps, ex presidente de la Generalitat Valenciana, es una figura que ha estado marcada por el éxito en su carrera política y, para la totalidad de sus simpatizantes políticos, un verdadero 'Héroe' en los tiempos que corren.

Después de enfrentarse a 10 juicios por corrupción y ser absuelto de todos durante 16 años, la posibilidad de su retorno a la política activa ha suscitado debates intensos en el ámbito político español en apenas 24 horas.

El mismo Camps comunicaba ante los medios de comunicación su conversación con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la petición personal que le realizaba de volver a la política activa inmediatamente.

Hay que recordar que Camps lideró la Generalitat Valenciana desde 2003 hasta 2011, un periodo marcado por el crecimiento económico y de éxito más importante de la región. Su nombre se vio envuelto en el famoso caso Gürtel, una trama de corrupción que afectó a varios miembros del Partido Popular (PP). A pesar de las acusaciones, Camps fue absuelto en 2012 de los cargos relacionados con la causa de los trajes, y en 2018, la Audiencia Nacional archivó la causa principal del caso Gürtel que lo implicaba.

Desde su absolución, Camps ha mantenido un perfil relativamente bajo, aunque nunca ha descartado completamente un retorno a la vida política. Su posible regreso plantea varias preguntas sobre su rol dentro del PP, aunque su capacidad para recuperar la confianza del electorado todos la dan por garantizada.

Dentro del Partido Popular, hay una mezcla de opiniones sobre su regreso. Algunos, y son los menos desde ayer, ven a Camps como una figura desgastada que podría perjudicar la imagen del partido, mientras que otros consideran que su experiencia y conocimiento podrían ser valiosos, especialmente en la Comunidad Valenciana.

Los escenarios posibles pasan por un posible retorno al PP valenciano. Una posibilidad es que Camps intente regresar a la política local o regional, donde su conocimiento y experiencia podrían ser más valorados. Sin embargo, necesitaría contar con un fuerte apoyo dentro del PP valenciano, algo que a priori podría conseguir fácilmente, puesto que sigue gozando de la simpatía de muchos de los votantes populares y en el partido lo verían como una opción firme y sólida gracias a su experiencia.

Otra opción es que Camps asuma un rol más consultivo o administrativo dentro del propio PP, trabajando detrás de las cámaras y no en primera línea para influir en la política sin estar directamente en el foco público.

En un escenario más radical, Camps podría considerar la creación de una nueva formación política o un movimiento cívico. Sin embargo, quienes lo conocen personalmente lo ven como algo impensable, dado su arraigo al PP, el partido que lo vio crecer y convertirse en una referencia política y de gestión en la Comunidad Valenciana y en España.

Camps es consciente de que se enfrentará a desafíos internos al regresar a la política local o nacional, ya que otros líderes dentro del PP podrían ver su regreso como una amenaza, lo que garantizaría tensiones internas.

En estos diferentes escenarios, Camps tendrá a su favor la percepción pública positiva tras salir impune después de 15 años de persecución judicial y mediática, algo fundamental para cualquier éxito de futuro político en un momento tan convulso de la política en España.

La proyección política de Francisco Camps es desde ayer apasionante y eso nadie lo pone en duda. El expresidente de la Generalitat Valenciana tiene la experiencia y el conocimiento para contribuir al panorama político, ya sea local, autonómico o nacional. Y desde la humildad y sentimiento de servicio público que siempre ha demostrado, exigirá su vuelta al famoso tablero político.

Francisco Camps sabe perfectamente que debe considerar cuidadosamente sus próximos pasos y evaluar si el entorno político actual le permitirá un regreso inmediato o si será paulatino. La opinión pública conservadora con la que cuenta a su favor y el apoyo interno del PP serán determinantes en su camino hacia un seguro resurgimiento político de alguien que ha demostrado que la verdad en política existe.