EDATV El fiscal general cambia de móvil tras borrar mensajes clave en plena investigación
La Guardia Civil investiga si García Ortiz ocultó pruebas tras renovar su terminal en días críticos
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha cambiado recientemente su número de teléfono personal. Según ha podido confirmar la Guardia Civil, el cambio coincide con la renovación de su terminal móvil.
El Tribunal Supremo investiga si García Ortiz estuvo implicado en la divulgación de información reservada sobre el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Las fechas clave, entre el 8 y el 14 de marzo, son precisamente los días en que la Guardia Civil detectó la ausencia de mensajes en el dispositivo del fiscal general.
Comunicación breve y sin explicaciones
Días atrás, García Ortiz envió un mensaje de WhatsApp a sus contactos anunciando el cambio de número. El texto era breve, no personalizado y, según se interpreta, enviado a través de una lista de difusión.
En él, pedía a los destinatarios que actualizaran su número en la agenda, sin ofrecer explicaciones sobre los motivos de la sustitución.
El cambio de terminal, según un informe de la Guardia Civil, se produjo el pasado 23 de octubre. Esa fecha coincide con la imputación de García Ortiz por una presunta revelación de secretos.
Los investigadores han señalado que ese mismo día se detectó la actividad de un nuevo dispositivo vinculado al fiscal.
Mensajes clave borrados
El análisis del antiguo terminal de García Ortiz reveló que durante los días clave de la presunta filtración, el dispositivo no contenía mensajes.
El análisis del antiguo terminal de García Ortiz reveló que durante los días clave de la presunta filtración, el dispositivo no contenía mensajes. | EDATV
Sin embargo, la Unidad Central Operativa (UCO) logró recuperar conversaciones relevantes desde otros dispositivos incautados, entre ellos el de la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, también investigada en el caso.
Entre los mensajes encontrados, destacan solicitudes del fiscal general sobre detalles específicos del caso. Por ejemplo, el 12 de marzo, García Ortiz pidió a Rodríguez un correo electrónico relacionado con la denuncia contra el novio de Ayuso.
Más tarde, esa misma noche, insistió en obtener información sobre posibles imputaciones de falsedad documental contra el mismo.
Justificación de la Fiscalía
Desde la Fiscalía, se ha señalado que el borrado de mensajes responde a un protocolo interno que recomienda eliminar contenido periódicamente por razones de seguridad.
Sin embargo, esta afirmación fue desmentida por fiscales que declararon esta semana ante el Tribunal Supremo. Según Almudena Lastra y Julián Salto, testigos en el caso, no existe un protocolo que obligue a eliminar mensajes en los dispositivos institucionales.
El juez del Supremo, Ángel Hurtado, solicitó recientemente a la Guardia Civil que intente recuperar los mensajes eliminados en el terminal de García Ortiz.
Además, pidió a las operadoras Movistar y Vodafone un informe sobre el tráfico de llamadas en los dos teléfonos: uno personal y otro de trabajo.
Paralelamente, los investigadores están analizando los datos recuperados de los dispositivos de otros implicados, como Diego Villafañe, también imputado.
Estos análisis podrían aportar nuevas evidencias sobre las conversaciones y el manejo de información confidencial.
El cambio de teléfono de García Ortiz se suma a una serie de movimientos que han generado especulaciones sobre un posible intento de ocultación. | Europapress
Implicaciones políticas y judiciales
El cambio de teléfono de García Ortiz se suma a una serie de movimientos que han generado especulaciones sobre un posible intento de ocultación.
Desde la oposición, se ha criticado la falta de transparencia en el Ministerio Público y se han pedido explicaciones claras sobre el fiscal general.
Mientras tanto, la investigación avanza con la recuperación de datos y el análisis de la actividad del dispositivo renovado.
Las próximas semanas serán clave para determinar el alcance de las responsabilidades y esclarecer si García Ortiz participó o no en la presunta filtración.
Con estos nuevos hallazgos, el caso amenaza con debilitar aún más la imagen de la Fiscalía General y generar tensiones dentro del sistema judicial español.
La decisión del Supremo será determinante en un proceso que podría marcar un precedente en casos de supuesta revelación de secretos desde altas esferas.
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