Este es el currículum de Virginia Barcones ligado al PSOE

La actual directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones Sanz, acumula un currículum político que parece más un manual de fidelidad al PSOE que un ejemplo de gestión independiente.

Funcionaria de habilitación nacional, licenciada en Derecho y con experiencia en ayuntamientos, Barcones ha hecho de su militancia en el partido su trampolín profesional desde que se afilió en 1998.

Un año después de entrar en las filas socialistas, ya figuraba como vicesecretaria general de las Juventudes Socialistas de Castilla y León (1999-2002). Desde entonces, los cargos se fueron sucediendo uno tras otro: vicepresidenta del consejo de la juventud autonómico, secretaria general de Juventudes en Soria, miembro de la Ejecutiva Provincial, secretaria de Política Municipal, concejala en Berlanga de Duero, diputada provincial, procuradora en las Cortes autonómicas en 2015 y 2019, viceportavoz socialista en el parlamento de Castilla y León, delegada del Gobierno en la comunidad en dos etapas y finalmente nombrada, en 2023, directora general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior.

El patrón es evidente: cada paso de su carrera ha estado ligado al PSOE. Lo que la convierte más en una figura de aparato que en una técnica neutral para un cargo de tanta responsabilidad. La política, lejos de la meritocracia, se impone nuevamente como criterio de selección.

 La polémica en torno a que Barcones ha acusado a las comunidades autónomas de crear conflictos innecesarios. También de pedir al Gobierno recursos que no existen para luchar contra los incendios que afectan al país desde principios de agosto.

El episodio pone en entredicho no solo su gestión, sino el propio sistema de nombramientos políticos en áreas críticas. ¿De verdad es lógico que alguien que ha hecho toda su vida carrera en el PSOE sea quien debe dirigir un área técnica y sensible, llamada a coordinar la respuesta ante emergencias nacionales?

Barcones ha sido la viva imagen de cómo el partido se convierte en currículo. Y, sin embargo, en la jornada en la que más necesaria resultaba su presencia, brilló por su ausencia. Una ausencia que, para muchos, no es casual, sino el reflejo de lo que ocurre cuando la política de partido pesa más que la vocación de servicio público.