El espectacular desplante de Dani Carvajal a Pedro Sánchez en La Moncloa

El reciente homenaje a la Selección Española en el Palacio de la Moncloa, tras su victoria en la Eurocopa, dejó en evidencia la tensa relación entre los jugadores y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A pesar del tono festivo de la ceremonia, varios futbolistas demostraron, a través de pequeños gestos, su descontento con el líder del PSOE.

Dani Carvajal,  lateral derecho del Real Madrid y de la selección, fue uno de los que mostró mayor incomodidad. Aunque no evitó saludar a Sánchez, lo hizo de manera evidente y con una notable falta de entusiasmo, apenas mirándolo a los ojos. Además de haber acelerado el paso. Este gesto, lejos de ser una casualidad, subraya la poca simpatía que el futbolista siente hacia el presidente. Carvajal no está solo en este sentir; otros miembros del equipo, incluidos los capitanes, también mostraron su desagrado durante la ceremonia.

El veto a Sánchez tras los cuartos contra Alemania

Joselu Mato, otro de los jugadores destacados, también evitó mirar directamente a Sánchez durante el homenaje, reforzando la imagen de una selección poco conectada con el dirigente político. Esta actitud no pasó desapercibida, especialmente considerando que, según informes de OKDIARIO, los capitanes ya habían vetado a Sánchez tras los cuartos de final contra Alemania.

La foto protocolaria, usualmente una muestra de alegría y orgullo, se convirtió en una imagen de seriedad y tensión. Rodri Hernández, uno de los pilares del equipo, mantuvo su mirada fija en otro punto, evitando el contacto visual con el presidente. Esta actitud fue compartida por otros jugadores, como  Álvaro Morata,  quien también desvió la mirada y evitó sonreír, acentuando el malestar general.

El discurso de Sánchez

En su discurso, Pedro Sánchez intentó elevar los ánimos y felicitar a los jugadores por su logro: "Gracias por haber dado la mejor versión de España. Por las remontadas, por el espíritu de equipo. Hay veces en las que no gana el mejor, pero esta vez la selección ha jugado de cine. Imagino que habéis tenido una noche larga, pero permitidme halagaros. Sois la primera Selección con cuatro Eurocopas y con pleno de victorias ante las grandes potencias europeas". Sin embargo, sus palabras no lograron romper la frialdad del ambiente.

Sánchez concluyó su intervención con un mensaje de esperanza y ambición:  "Lo que se logró ayer es formidable. El deporte transmite muchos valores, y lo más relevante que hemos visto es el espíritu de equipo. El problema es que queremos más. Tenemos el Mundial en España, os deseo lo mejor". A pesar de esto, la falta de conexión con los jugadores fue palpable, y la ceremonia terminó con una sensación de distanciamiento entre la selección y el presidente.

Estos gestos y actitudes reflejan un descontento más profundo  que no puede ser ignorado, sugiriendo que la relación entre el equipo y el Gobierno necesitará más que un homenaje para sanar.