
La dimisión del número 3 de Montero que levanta sospechas
La ministra de Haciendo contra las cuerdas tras la extraña y repentina dimisión de su número 3
El presidente del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), José Antonio Marco Sanjuán, ha dimitido en medio de un escándalo que sacude a Hacienda.
Su salida, certificada este martes por el Consejo de Ministros, no ha sido voluntaria. Ha sido forzada. Y deja más preguntas que respuestas.

La dimisión llega tras meses de revelaciones del diario El Debate. Según este medio, Marco Sanjuán habría cobrado más de 100.000 euros en sobres de empresarios. A cambio, anulaba reclamaciones fiscales que estaban en manos del tribunal que él mismo presidía desde hace seis años.
Uno de esos empresarios rompió su silencio. Contó cómo entregó el dinero en metálico en un hotel frente al despacho oficial del funcionario, en la calle Panamá de Madrid.
El caso no es menor. El TEAC es un órgano clave dentro del Ministerio de Hacienda. Depende directamente de la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero.
Marco Sanjuán era su hombre de confianza. Su número tres.
Pero esta confianza parece haberse evaporado en cuestión de horas. Este lunes, Montero pidió a su secretario de Estado, Jesús Gascón, que exigiera explicaciones.
Marco Sanjuán no pudo darlas. Gascón, que lo había protegido durante meses, le comunicó que la ministra ya no le respaldaba. Fue entonces cuando presentó su renuncia.

El Gobierno ha movido ficha rápidamente. Ya tiene sustituto: José Ignacio Ruiz Toledano, hasta ahora vocal del propio TEAC e inspector de Hacienda.
Para algunos, esta dimisión llega tarde. El exdirector de la Agencia Tributaria, Ignacio Ruiz-Jarabo, ha sido contundente.
Acusó a Marco Sanjuán de arrastrar el prestigio de los funcionarios de Hacienda. Considera que su permanencia solo generaba descrédito.
Pero lo más llamativo no es solo la dimisión. Es el silencio que ha rodeado el caso hasta ahora. Durante semanas, la ministra evitó pronunciarse.
Incluso cuando el PP le preguntó directamente en el Congreso si ponía la mano en el fuego por él. No respondió.
La falta de explicaciones oficiales contrasta con la gravedad de las acusaciones. No se trata de una simple infracción administrativa. Hay testimonios, fechas, lugares y cantidades.
Hay sospechas de corrupción en el corazón de Hacienda.
Y aún así, no hay anuncio de investigación judicial. No se han detallado medidas internas. Solo una dimisión silenciosa y un relevo exprés.
La salida de Marco Sanjuán no cierra el caso. Al contrario, lo abre. Porque más allá del gesto político, quedan muchas sombras por aclarar.
Y una institución, el TEAC, que debe recuperar credibilidad cuanto antes.
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