¿Cuál ha sido el último movimiento del juez Llarena en la huida de Puigdemont?

El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha remitido a los juzgados de Barcelona los informes sobre la entrada y posterior huida de Carles Puigdemont. El líder de Junts llegó a España el pasado agosto sin ser detenido. Esta acción responde a la posibilidad de que se hayan cometido varios delitos relacionados con la omisión de deberes y encubrimiento.

Recordemos que el juez Llarena no tiene la autoridad para investigar directamente estos hechos. Aunque considera que es fundamental determinar si hubo participación de otros individuos en los delitos que podrían involucrar omisión de deberes y encubrimiento. Según los informes, se sugiere que tres personas podrían haber estado implicadas en la fuga de Puigdemont.

El juez del Tribunal Supremo ha decidido remitir los informes a los juzgados de Barcelona "a los efectos legales oportunos". Esto se debe a la falta de competencia del TS para investigar los eventos ocurridos el 8 de agosto en la ciudad catalana. La decisión de remitir los documentos se basa en la necesidad de una explicación oficial sobre el incidente.

En la providencia emitida este jueves, Llarena explica que los informes ofrecen un detalle pormenorizado de las circunstancias en las que Puigdemont apareció públicamente. Además de las razones por las que su entrada y salida de España no fueron detectadas, impidiendo así su detención. Según el informe de la policía, se menciona que la detención del procesado se complicó debido a la aglomeración de personas.

Llarena critica que los informes no muestran impedimentos a las autoridades policiales para detectar al procesado en su tránsito hacia la zona de la aglomeración.

Puigdemont reaparece

El 8 de agosto, Puigdemont reapareció en Barcelona coincidiendo con la investidura de Salvador Illa como presidente de Cataluña. Tras más de seis años prófugo, durante los cuales fue procesado en rebeldía por el referéndum ilegal de 2017, Puigdemont se dirigió a los manifestantes convocados por Junts en el Parlament.

Después de su discurso, Puigdemont desapareció de la vista pública y, poco después, se supo que había regresado a Waterloo.

La remisión de estos informes a los juzgados de Barcelona marca un nuevo capítulo en la compleja trama legal que rodea a Puigdemont y su relación con las autoridades españolas. La investigación se centrará ahora en esclarecer si hubo fallos en el dispositivo de seguridad que permitieron su entrada y salida sin ser detectado. Además de identificar a posibles responsables de cualquier irregularidad en el manejo del caso.

¿Cómo escapó?

El 'escapista' Puigdemont sigue dando que hablar. Su mitin en Barcelona ante todos los medios y la huida, sigue en boca de todos. Y más cuando se conocen a cada semana nuevos detalles de cómo fue su escapada. 

Carles Puigdemont burló a los Mossos d'Esquadra a su antojo durante su visita a Cataluña del pasado 8 de agosto. Según ha trasladado el secretario general de Junts, JordI Turull, Puigdemont se escondió en tres pisos de particulares. Lo hizo antes de huir de nuevo. 

Estos particulares se ofrecieron a acogerlo, y no huyó de Barcelona hasta las ocho de la tarde. Esto se traduce en seis horas después de que los Mossos levantaran la operación jaula. Esto le sirvió para burlar el operativo y poder huir, otra vez, de España.

Ese dispositivo bloqueó la red viaria para intentar interceptar a Puigdemont antes de que cruzara la frontera francesa. Sin embargo, mientras todo eso ocurría, Carles Puigdemont estaba de piso en piso ocultándose. 

Además, el propio Turull ha confirmado que Puigdemont durmió la noche antes de su acto a escasos metros del Arco del Triunfo. 

Por si fuera poco, el secretario general de Junts ha dado más detalles de la huida. Huyeron en coche hacia otro piso de la capital catalana, en el que se refugiaron para seguir los acontecimientos.

En todo momento tenían constancia de cómo se estaba desarrollando el despliegue policial. A la una del mediodía decidieron regresar al extranjero. Esto ocurrió tras comprobar que iba a ser imposible entrar a la Cámara catalana sin ser arrestado.