¿Cuál ha sido la desorbitada recaudación de María Jesús Montero en octubre de 2024?
La recaudación de impuestos alcanza cifras récord, mientras la presión fiscal golpea a ciudadanos y empresas
El mes de octubre será recordado como un hito en la gestión económica del Gobierno de Pedro Sánchez, al lograr una recaudación que ha superado los 49.800 millones de euros.
Esto representa un aumento del 10% respecto al mismo mes del año pasado. Esta cifra casi alcanza el total recaudado en los primeros dos meses del año.
Un logro que ha sido celebrado por los responsables de la Agencia Tributaria, la ministra María Jesús Montero y el responsable de Hacienda, Carlos Cuerpo.
Sin embargo, detrás de esta aparente victoria económica se encuentran aspectos que generan preocupación sobre las consecuencias de este aumento en la carga fiscal para los ciudadanos y las empresas españolas.
Un crecimiento basado en la presión fiscal sobre los ciudadanos
La recaudación del mes de octubre se presenta como una muestra más del esfuerzo impositivo del Ejecutivo socialista, que ha logrado incrementar los ingresos del Estado en una cifra astronómica.
Para poner en contexto, en enero y febrero de este año se recaudaron 45.712 millones, mientras que en octubre de 2023 se alcanzó la sorprendente cifra de 49.861 millones de euros.
Este notable aumento ha sido posible, en gran parte, gracias a la subida de impuestos directos, que ha generado una gran preocupación entre los economistas y los ciudadanos.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) experimentó un incremento del 9,5% en el mes de octubre.
Lo que conllevó una recaudación de 14.284 millones de euros, lo que afecta directamente a los hogares. Especialmente a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a los autónomos.
El Gobierno no ha optado por deflactar las tablas del IRPF. Esto ha incrementado de manera significativa la retención real sobre los ingresos de los trabajadores. Lo que ha hecho que el peso fiscal recaiga especialmente sobre la clase media.
Este fenómeno, conocido como “efecto de arrastre”, ha provocado que miles de contribuyentes se vean forzados a pagar más impuestos.
El impuesto de sociedades y su impacto en las empresas
El impuesto de sociedades también ha experimentado un importante aumento, con un crecimiento del 12,8% en octubre.
Esta cifra representa el 57% del total de la recaudación anual de este impuesto. Si bien este incremento refleja el esfuerzo fiscal del Gobierno, también pone de manifiesto un ataque a las empresas, que enfrentan una presión tributaria cada vez más asfixiante.
Este aumento, que en muchos casos excede el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, podría tener consecuencias negativas a largo plazo.
Muchas empresas podrían verse obligadas a reducir su actividad, o incluso a abandonar el país en busca de climas fiscales más favorables.
Como muestra de esta tendencia, se observa que la recaudación de impuestos indirectos, como el IVA y los impuestos especiales, creció de manera más moderada.
El IVA, por ejemplo, aumentó un 6,3%, reflejando un leve crecimiento en el consumo. No obstante, este aumento en los impuestos indirectos parece indicar que el consumo privado no está en su mejor momento.
¿Qué futuro se plantea para las empresas y el crecimiento económico?
El incremento en la recaudación no ha sido acompañado de una deflactación de los tramos impositivos ni de una reforma que fomente el crecimiento económico a largo plazo.
Como resultado, España podría enfrentarse a una fuga de empresas hacia otros países con sistemas fiscales más atractivos.
Esto no solo afecta a la competitividad de las empresas, sino también a la creación de empleo y a la atracción de inversiones extranjeras.
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