Cabreo en Génova por no haber “matado a Vox” en las elecciones vascas
Los dirigentes del PP ansiaban crecer en escaños y conseguir que su rival ideológico no consiguiese repetir en Álava
La jornada electoral en el País Vasco dejó un sabor agridulce en el cuartel general del Partido Popular en Génova. Los dirigentes del partido esperaban un crecimiento en escaños y aspiraban a evitar que su rival ideológico, Vox, se mantuviera en el Parlamento Vasco, especialmente en la provincia de Álava.
Pablo Montesinos, portavoz del PP, leyó con descontento los mensajes de tres líderes autonómicos del partido, quienes expresaron su frustración por no haber cumplido el objetivo de "matar a Vox" en estas elecciones. "No es nuestra mejor noche", admitió Montesinos.
La permanencia de Vox en el Parlamento Vasco supuso un revés para el PP, que había centrado sus esfuerzos en debilitar a esta formación política. A pesar de una intensa campaña en su contra, Vox logró mantener su escaño en una plaza que no le resultaba fácil.
El mérito de Vox en estos comicios es destacable, especialmente si se considera que la formación de Santiago Abascal cuenta con una estructura limitada en el País Vasco y ha enfrentado un acoso constante, incluso desde los medios de comunicación.
Durante la campaña, algunos sondeos descartaban la posibilidad de que Vox ingresara en el Parlamento Vasco. Sin embargo, la formación aumentó en más de 3.000 votos con respecto a las elecciones anteriores, consolidándose como la sexta fuerza política en la región.
El hecho de que Vox haya logrado mantener su presencia en el Parlamento Vasco es un hito significativo, especialmente después de un inicio de campaña marcado por la tensión y la controversia. A pesar de los obstáculos, Vox ha fortalecido su posición en el País Vasco, desafiando las predicciones de su desaparición y demostrando su relevancia política en la región.
Noche agridulce en Génova
Los populares ansiaban llegar hasta los 9 escaños en las elecciones autonómicas vascas y conseguir que Vox, su rival ideológico, no repitiese su escaño por Álava. El candidato del PP, Javier De Andrés, sin atacar directamente a los de Santiago Abascal, centró su mensaje en destacar el voto útil que significaba el PP para frenar la entente del PNV, PSE y Bildu. Los medios más afines al PNV obviaron durante toda la campaña a Vox porque había instrucciones directas de los fontaneros del PP de que Vox no obtuviese representación por Álava.
Los populares sabían que, después de que Vox no consiguiese escaño en Galicia, era una prioridad que los de Abascal no consiguiesen entrar en el Parlamento vasco, tierra originaria de Abascal y cargada de simbolismo. Consideraban que sería un buen argumento de cara a las elecciones catalanas y europeas hacer ver a su electorado común de que Vox era un partido en vías de extinción. En Génova creen que para echar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es necesario después de la casi extinción de Ciudadanos que desaparezca Vox y concentrar el voto en torno a los populares. Un argumento que enfada y mucho en Bambú.
Desde el PP se ha hecho creer estos días que Vox se quedaría fuera del Parlamento Vasco y que sería votos a la basura o en favor de Bildu. Un escenario que no era real, pues ningún sondeo lo sostenía, salvo los de esta noche a las 20 horas que han fallado de nuevo con Vox.
“Hemos perdido un buena ocasión para matar a Vox de cara a las catalanas y europeas y dejar claro que es un partido en descomposición como Ciudadanos. A pesar de que ellos no han hecho una buena campaña, han crecido en votos, con lo que nuestro argumento de que va a desaparecer ahora nos será más difícil colocarlo”, expresa un fontanero de Génova a EDATV. El PP manejaba trackings que iban de los 7 a los 10 parlamentarios y se han quedado en la horquilla más baja.
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