
Brutal rapapolvo de The Spectator a Sánchez: 'El hombre que está destruyendo España'
El medio británico ha señalado a Sánchez tras los graves casos de corrupción
Pedro Sánchez sigue apareciendo en la prensa internacional. Esta vez, en el medio británico The Spectator, donde carga muy duramente contra él con un titular demoledor: 'El hombre que está destruyendo España'. Esto, tras los graves casos de corrupción que se encuentran acorralando al socialista y a su partido.
Más concretamente, el medio lo señala por, supuestamente, favorecer a personas cercanas involucradas en procesos judiciales, debilitar el funcionamiento de las instituciones democráticas y contribuir al deterioro del sistema político español.

La publicación considera que la situación actual en España representa un ejemplo preocupante de pérdida de calidad institucional. Según The Spectator, lo que ocurre bajo el mandato de Pedro Sánchez no puede reducirse a episodios de corrupción aislados. El medio plantea que hay una intención deliberada de consolidar el poder al usar instrumental de las instituciones y el debilitamiento de las normas democráticas.
El artículo recuerda a los lectores los graves escándalos de Sánchez, expreando que está 'rodeado'. Explica que son diversas personas cercanas a él quienes están señalados por corrupción: su hermano David Sánchez, su mujer Begoña Gómez, José Luis Ábalos o Santos Cerdán.

Para The Spectator, uno de los aspectos más alarmantes del gobierno de Sánchez es su relación con el poder judicial.
El medio británico acusa al Ejecutivo de intentar influir en la justicia. Esto, mediante el nombramiento de jueces afines, descalificaciones hacia magistrados independientes y maniobras que, según afirma, han debilitado las bases del Estado de derecho. En opinión del artículo, este desgaste institucional representa el legado más inquietante de su gestión.
El semanario británico también cuestiona la falta de coherencia en las decisiones y declaraciones de Pedro Sánchez. Señala, por ejemplo, cómo ha adoptado posturas que contradicen promesas anteriores. Por ejemplo, tras negar cualquier alianza con Podemos, acabó incorporándolos a su gabinete.
Otro, tras condenar duramente a los líderes independentistas catalanes, terminó negociando con ellos una amnistía a cambio de apoyo político. Por último, tras comprometerse públicamente con la OTAN a reforzar el gasto en defensa, abandonó ese objetivo sin mayores explicaciones. Para The Spectator, estos cambios no son meras rectificaciones, sino parte de una estrategia calculada para conservar el poder.
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