Begoña Gómez no recogerá la querella del software porque asistirá al G-20
Gómez asistirá a la Cumbre como "invitada especial" por parte de la primera dama brasileña, Janja Lula da Silva.
Begoña Gómez ha dado un nuevo giro a su caso judicial. En esta ocasión, a través de un comunicado a su defensa, ha solicitado al juez que no podrá acudir el próximo 18 de noviembre. A su citación para recibir la notificación de la querella que se le imputa por presuntos delitos de apropiación indebida e intrusismo profesional.
¿El motivo? La Cumbre Mundial del G-20 en Brasil. A la que asistirá como invitada especial por parte de la primera dama brasileña, Janja Lula da Silva.
Esta excusa ha sido suficiente para que su abogado, Antonio Camacho, asegure que Gómez está al tanto de los cargos. Que no es necesario su desplazamiento a los juzgados de Plaza de Castilla para formalizar la notificación.
Lo que en un principio podría parecer una situación irrelevante ha suscitado una considerable controversia. La defensa de Gómez ha argumentado que, dada la notificación previa por parte del juzgado y la presencia de la invitación oficial a la cumbre, no existe riesgo de indefensión.
Es un argumento que, en apariencia, trata de blindar a la investigada ante cualquier sospecha de evasión o dilación procesal. Sin embargo, los observadores no tardan en cuestionar si la alegada imposibilidad de comparecer ante la justicia. No es más que una táctica para evitar el foco mediático en un momento de gran relevancia política.
El caso tiene su origen en una querella presentada por la organización Hazte Oír. Que la acusa de diversos delitos relacionados con el uso indebido de un software vinculado a la Universidad Complutense de Madrid.
Según los denunciantes, este software estaba alojado en una web registrada a su nombre y vinculado a una mercantil de la que también era propietaria. Lo que plantea sospechas sobre el uso privado de recursos públicos. La querella fue admitida el pasado 28 de octubre por el juez Juan Carlos Peinado, quien amplió las imputaciones por tráfico de influencias y corrupción entre particulares.
A pesar de los argumentos legales presentados, muchos consideran que su ausencia en la citación del próximo lunes podría interpretarse como una evasiva. Un intento de desviar la atención hacia asuntos externos mientras se diluye el foco sobre su situación judicial.
Recordemos que ya en julio, su presencia en un juicio fue cuestionada debido a un aparente desconocimiento de los hechos que se le imputaban. Lo que llevó a la suspensión de la sesión.
A su vez, la situación pone de manifiesto las tensiones entre la vida pública y las responsabilidades judiciales, particularmente cuando se trata de figuras políticas de alto perfil. La crítica se intensifica al percatarse de que, mientras Gómez está en Brasil representando al Gobierno español. Muchos se preguntan si esta estrategia es una distracción más de una serie de eventos que continúan agitando la esfera política en España.
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