Redes sociales Begoña, la protegida. Por Patricia Rodríguez
Ya no nos sorprende nada de este Gobierno socialista y todas las supuestas corruptelas que les sobrevuelan
Ha llegado el día, la expectación mediática sobre el caso de Begoña Gómez no ha dejado indiferente a nadie. El espectáculo circense que se ha efectuado con la mujer del presidente ha sido una pantomima más de este Gobierno totalitario dirigido por el líder socialista Pedro Sánchez.
Los privilegios hacia la directora del máster de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid se han dejador ver de manera patente pues el Artículo 14 de nuestra Constitución Española donde todos somos iguales ante la ley no parece que vaya en consecuencia con el despliegue organizado en los Juzgados de Plaza Castilla.
Lo más irrisorio es que finalmente la investigada por presunta corrupción en los negocios y tráfico de influencias no ha declarado ante el juez Juan Carlos Peinado alegando el desconocimiento de la causa , un defecto de forma. Aplazándose la declaración para el 19 de julio.
La esposa de Pedro Sánchez vestida con un traje negro accedía a la Sede judicial por el garaje en un coche oficial para poder “garantizar su seguridad” y a su vez escoltada por un amplio dispositivo policial. En frente se encontraba decenas de medios de comunicación y manifestantes que se agrupaban a las afueras del recinto.
Solo tres medios estaban acreditados para acceder Servimedia, la Agencia EFE y Europa Press aunque sí se accedía a sus distintas webs no parecía existir ninguna noticia sobre Begoña y su declaración.
Finalmente hemos podido ver la ansiada foto a través de esta misma casa por el grupo EDATV. Quizá esto estaba más que preparado y por eso Begoña Gómez caminaba con paso firme y sin ningún ápice de nerviosismo. Vergonzoso que la mujer de un presidente sin ningún cargo electo tenga que declarar como investigada en un caso como este y mucho menos que reciba tal nivel de protección. Ya no nos sorprende nada de este Gobierno socialista y todas las supuestas corruptelas que les sobrevuelan. Parece que no todos somos iguales ante la Ley.
Opinión de Patricia Rodríguez.
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