Deja sin palabras a la ITV con este truco para pasar la prueba de humos de tu coche

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una revisión obligatoria en muchos países para garantizar que los coches cumplan con los estándares de seguridad y emisiones. En España, la ITV es vista como un examen sorpresa en el que casi siempre aparece algún problema.

Uno de los aspectos más temidos de la ITV es la prueba de humos, especialmente para los vehículos diésel, donde se mide la opacidad del humo y las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Dicho test se ha convertido en un dolor de cabeza para los conductores, que buscan nuevas fórmulas para superar el examen.

¿Qué es la prueba de humos de la ITV?

La comprobación de humos de la ITV se centra en medir la cantidad de partículas y gases contaminantes que emite el vehículo. Los principales contaminantes que se miden son los óxidos de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO), los hidrocarburos (HC) y, especialmente en vehículos diésel, la opacidad del humo emitido. Para superar este test, es esencial que el sistema de escape y el motor del coche estén en buen estado.

De hecho, es aconsejable revisar previamente el vehículo y realizar un mantenimiento regular para evitar que la suciedad se acumule. Cambiar el aceite, los filtros de aire y de combustible, y asegurarse de que las bujías y los inyectores estén en buen estado, puede reducir significativamente las emisiones. Un sistema de escape limpio y sin fugas es crucial.

Trucos para pasar la ITV

Ahora bien, pese a realizar un mantenimiento adecuado, es posible que la revisión de humos sea un calvario. Para evitarlo, existen varias opciones que permiten reducir los niveles y acudir a la ITV con mayor seguridad.

Para empezar, antes de ir a la ITV, conducir el coche a altas revoluciones durante unos minutos puede ayudar a quemar el exceso de carbonilla acumulada en el motor y el sistema de escape. Esta práctica es especialmente efectiva en vehículos diésel.

También se aconseja realizar una limpieza interna del motor con productos específicos para eliminar los depósitos de carbonilla y mejorar la eficiencia del motor. Algunos talleres ofrecen servicios de descarbonización del motor.

Eso sí, si ninguno de los trucos descritos funciona, también existe la posibilidad de usar aditivos para combustible. Estos pueden ayudar a limpiar los inyectores y reducir las emisiones de humos. Dichos productos, disponibles en tiendas especializadas, pueden ser útiles cuando se añaden al tanque de combustible antes de la inspección.

Consejos adicionales

Los trucos mencionados anteriormente son los más eficaces, pero no los únicos. Así, apagar el aire acondicionado durante la toma de datos reducirá la carga del motor y minimizará las emisiones.

Por otro lado, es aconsejable realizar trayectos largos antes de acudir a la ITV permite que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento y funcione de manera más eficiente.

Está claro que pasar la prueba de humos de la ITV no tiene por qué ser una tarea estresante. Con un mantenimiento adecuado y siguiendo algunos de los trucos mencionados, puedes mejorar significativamente las posibilidades de éxito. Mantener el motor y el sistema de escape en buen estado no solo te ayudará a superar la inspección, sino que también beneficiará tanto al medio ambiente como a tu bolsillo.