
Toda España lo sabe: faltan unos días y se confirmará lo mejor de la princesa Leonor
Leonor completará su formación militar con una emotiva llegada a Gijón, donde la espera un acto institucional histórico
La princesa Leonor se encuentra inmersa en la última etapa de su formación militar a bordo de la fragata Blas de Lezo, donde participa en maniobras navales con fuego real. Faltan pocos días para que se confirme lo mejor de esta etapa. Se trata de su reencuentro con la tripulación del Juan Sebastián de Elcano en Gijón, un momento que ya ha generado expectación en toda España.
Será el 3 de julio cuando la heredera al trono vuelva a encontrarse con sus compañeros del crucero de instrucción. El Ayuntamiento de Gijón ya trabaja intensamente en un acto institucional a la altura del significado histórico que conlleva su presencia.

Leonor de Borbón se embarcó en Las Palmas de Gran Canaria la semana pasada para cumplir una de las fases más exigentes de su formación. Durante casi tres semanas, permanecerá como una cadete más en la Blas de Lezo, sumergida en las rutinas de la Armada. Pero, ¿qué simboliza realmente este tramo final? ¿Y por qué toda España mira ahora hacia Gijón con tanto interés?
La formación de la princesa Leonor en la fragata Blas de Lezo
Desde que inició su paso por las Fuerzas Armadas, la princesa Leonor ha mantenido un perfil bajo, adaptándose a la disciplina militar como cualquier otro. Según sus mandos, ha sido "una más", tanto en el Ejército de Tierra como en la Armada. Esta actitud ha sido valorada positivamente, no solo dentro de la institución, sino también por buena parte de la opinión pública.
La Blas de Lezo es el escenario para su última fase de instrucción marítima. En ella, la heredera convive con una dotación altamente preparada, participando en maniobras reales que pondrán a prueba sus conocimientos y capacidades.

No es casualidad que la Armada haya reservado para ella este tramo final. La experiencia a bordo del buque de guerra representa una muestra de confianza y, a la vez, un símbolo del compromiso que la princesa ha demostrado durante toda su formación.
Faltan unos días para que se confirme el acto de Gijón a la princesa Leonor
Si bien la parte técnica de su instrucción culmina en la Blas de Lezo, el momento más significativo para Leonor será su llegada a Gijón el próximo 3 de julio. Allí, volverá a subir al Juan Sebastián de Elcano, el emblemático buque escuela donde compartió cinco intensos meses con sus compañeros.
La despedida en Nueva York, ocurrida hace apenas una semana, fue emotiva y simbólica. Desde allí, Leonor voló de vuelta a España para incorporarse a su nuevo destino, mientras que el Elcano continuó su travesía hasta Gijón, donde estará atracado hasta el 7 de julio.
El Ayuntamiento de Gijon ha confirmado que se está preparando un acto institucional "a la altura del carácter histórico" de esta visita. Aunque aún no se conocen todos los detalles, se espera la presencia de autoridades locales, representantes de la Armada y miembros de Casa Real.

La reaparición pública en Gijón, tras semanas de formación intensiva, también supondrá un regreso emocional ante los ciudadanos. La conexión con la ciudad, el acto institucional y el reencuentro con sus compañeros podrían convertirse en una imagen poderosa para el relato de su evolución como heredera.
La princesa Leonor recibirá una condecoración en Galicia
Después de su paso por Gijón, el itinerario de la princesa Leonor seguirá hacia Ferrol y Marín, donde tendrá lugar el acto oficial de finalización del curso militar. Allí se entregarán los despachos a los cadetes, y será el momento de clausurar su formación como guardiamarina.
Galicia no será solo el escenario de su despedida académica, sino también el lugar que la homenajeará públicamente. En Marín, Leonor será nombrada hija adoptiva, mientras que en el Parlamento gallego está prevista la entrega de la Medalla de Galicia, un reconocimiento reservado a personalidades de especial relevancia.

Estos homenajes consolidan el vínculo entre la heredera y la comunidad autónoma, donde ha pasado uno de los años más transformadores de su vida. A partir de ahí, su futuro se abre a nuevas responsabilidades, ya con un bagaje militar que la distingue de cualquier otra princesa europea.
Este último mes de formación y homenajes marcará el cierre de un ciclo, pero también el inicio de una nueva etapa. Tras el verano, la princesa Leonor asumirá compromisos más relevantes, y lo hará con el respaldo de una trayectoria que combina educación, esfuerzo y simbolismo.
Más noticias: