
Malestar en Kensington Palace tras el anuncio de Guillermo y Kate Middleton: oficial
Desde que la familia real se instaló en Forest Lodge, se han aplicado nuevas medidas para reforzar la seguridad
Kate Middleton y el príncipe Guillermo siempre han defendido un estilo de vida discreto, alejado del exceso que podría esperarse de su posición. Durante años, vivieron en Adelaide Cottage, una residencia sencilla, rodeada de naturaleza y cerca de otros miembros de la familia real.
Sin embargo, en los últimos meses, los príncipes de Gales han optado por dar un nuevo paso en su vida familiar. Han decidido dejar atrás Adelaide Cottage y mudarse a Forest Lodge, una residencia mucho más amplia situada en Windsor Great Park.

El anuncio de Kate Middleton y el príncipe Guillermo es oficial
El nuevo hogar, situado a apenas ocho kilómetros de su residencia anterior, es una mansión de estilo georgiano, clasificada como de Grado II. Cuenta con ocho habitaciones, varios salones espaciosos y vistas privilegiadas.
Aunque la mudanza no representa un gran cambio para sus hijos, ya que George, Charlotte y Louis seguirán cerca de su entorno habitual. Sí ha provocado, en cambio, cierto malestar entre los vecinos de la zona, que no ven con buenos ojos las nuevas restricciones.
Y es que, con la llegada de la familia real a Forest Lodge, se han puesto en marcha importantes medidas de seguridad. Entre ellas, destaca la restricción del acceso a una parte del parque en la que se encuentra la vivienda, algo que no ha pasado desapercibido para los vecinos.

También se han levantado nuevas vallas, instalado cámaras de vigilancia y plantado árboles y setos para reforzar la privacidad. El cierre de accesos habituales no ha sido bien recibido por los residentes cercanos.
Los vecinos del príncipe Guillermo y Kate Middleton han estallado
Tom Bunn, de 32 años, es uno de los vecinos afectados: "Obviamente, es decepcionante, ya que a mi perro le encanta este lugar. Venimos cada dos semanas y ahora tendremos que buscar otro sitio donde pueda recorrer kilómetros".
"Pero entiendo perfectamente que la seguridad de Guillermo, Kate y su familia es primordial, así que debemos asegurarnos de que puedan vivir felices aquí". Otra vecina, de la localidad de Winkfield, también expresó su malestar:
"Muchos de nosotros llevamos 20 años paseando a nuestros perros por aquí, así que nos digan que ya no podemos, es un golpe bajo. Pagamos anualmente para el mantenimiento de un parque, pero ya no nos van a permitir usar parte de él".

"Solo nos han avisado con unos días de antelación para decirnos que esta sección del bosque va a cerrar definitivamente. Ahora tendré que coger el coche para ir más lejos y sacar a pasear a mi perro".
Según las autoridades, el cierre está justificado por motivos de seguridad. Al tratarse de tierras que pertenecen a la corona, están consideradas zonas sensibles y, por tanto, reciben una protección especial frente al acceso público.
Más noticias: