El lujoso pueblo de España donde Ana Rosa Quintana tiene una casa blindada y muy cara

Ana Rosa Quintana no solo es una de las periodistas más influyentes de España, sino también una figura que ha sabido proteger su intimidad. Para ello ha elegido vivir en una de las zonas más exclusivas y seguras de Madrid. En el pueblo de Nueva España, dentro del distrito de Chamartín, se encuentra su vivienda principal, un chalet blindado en el que reside desde hace tres décadas.

Esta zona, próxima a la plaza de Castilla, destaca por sus medidas de seguridad. Las calles están vigiladas con cámaras y patrullas privadas, ya que muchos de los residentes son personas conocidas y de alto perfil. Ana Rosa vive rodeada de tranquilidad, en un entorno discreto, ideal para quienes necesitan resguardarse del foco mediático.

Su casa cuenta con dos plantas, un amplio jardín y está blindada porque se conocen pocos datos sobre ella. Es un espacio sereno donde puede relajarse lejos del ajetreo televisivo. Aquí vivió uno de los momentos más difíciles de su vida: el diagnóstico de cáncer de mama y todo el proceso de tratamiento y recuperación.

La periodista ha compartido pocos detalles del interior de su vivienda, aunque en algunas conexiones desde casa durante la pandemia se pudieron ver ciertos rincones. Lo que se aprecia es un estilo clásico, con decoración cuidada y muchos elementos personales. Cada estancia parece pensada para el confort, sin perder un toque de sofisticación.

La casa de Ana Rosa Quintana en Madrid

Uno de los espacios que más llama la atención de la casa de Ana Rosa Quintana es su salón. En él destaca una gran biblioteca repleta de libros, un sofá tipo chaise longue y varias piezas decorativas. Las paredes están adornadas con cuadros y esculturas que reflejan el gusto artístico de Ana Rosa.

El comedor, que está integrado en el salón, también ha sido diseñado con mimo. Tiene una mesa de cristal y sillas de terciopelo que aportan elegancia. Además, un mural colorido rompe la sobriedad del ambiente y da una pincelada original a la estancia.

En la planta superior se encuentran los dormitorios, así como un vestidor. Todo está pensado para garantizar la privacidad, el bienestar y la funcionalidad. Es un hogar con carácter, que representa muy bien la imagen pública de su propietaria: sobria, fuerte y sofisticada.

Aunque su residencia habitual está en Madrid, Ana Rosa también tiene otras propiedades. Una de las más recientes es un lujoso piso en Sevilla, con vistas privilegiadas a la plaza de toros de La Maestranza. Esta vivienda tiene un valor sentimental especial, ya que está en la ciudad natal de su marido, Juan Muñoz.

Otras casas de Ana Rosa Quintana en España

El piso sevillano, según la revista Lecturas, habría sido adquirido por un millón y medio de euros. La pareja lo compró al contado, sin necesidad de hipoteca. Está situado junto al río Guadalquivir y cuenta con garaje, lo que lo convierte en un inmueble de alto valor.

Además, Ana Rosa posee otra vivienda en Cádiz. Concretamente en la urbanización de Sotogrande, un enclave conocido por su exclusividad y por atraer a numerosas personalidades. Allí pasa temporadas de descanso, rodeada del mar y del silencio que tanto valora.

También se sabe que es dueña de una finca en Extremadura. La propiedad se encuentra entre Jarandilla de la Vera y Cuacos de Yuste, dos localidades cacereñas llenas de encanto rural. Es un lugar alejado de todo, donde Ana Rosa puede desconectar completamente del mundo mediático.

Pese a tener lazos emocionales con otras regiones, la periodista ha optado por fijar su residencia en la capital. Madrid es la ciudad donde nació hace 67 años y donde ha construido gran parte de su carrera. A día de hoy, sigue siendo el centro de su vida profesional y familiar.

Sevilla y Cádiz ocupan un lugar importante en su corazón, pero su hogar sigue estando en Madrid. En esa casa vigilada y acogedora, Ana Rosa encuentra refugio cada día. Y es ahí, lejos de las cámaras, donde se siente más segura y más libre.

Su decisión de vivir en Nueva España no es casual. Es un barrio que combina prestigio, discreción y vigilancia constante. Todo lo que una figura pública como ella necesita para proteger su vida privada.

A lo largo de los años, ha demostrado que es posible ser una estrella televisiva sin renunciar a la intimidad. Y su chalet madrileño, blindado y sereno, es el mejor ejemplo de ello.