
Este es el detalle del entierro del Papa Francisco que ha impactado: nadie lo sabía
La despedida del Papa Francisco deja una huella profunda y un gesto inesperado que refleja su forma de vivir el cargo
El pasado lunes, Roma amaneció con un silencio diferente. Las campanas no repicaban como de costumbre, y la Plaza de San Pedro parecía contener el aliento. Aunque era esperado, el fallecimiento del Papa Francisco dejó a la ciudad, y al mundo católico, en un estado de profunda conmoción.
Muchos sabían que su salud era frágil desde hace tiempo. Las últimas apariciones públicas del Pontífice mostraban a un hombre cansado, pero aún cercano a la gente. Pese a todo, su muerte ha llegado como un golpe inesperado para fieles y observadores.

El gesto que dejó sin palabras a muchos
Al conocerse la noticia, empezaron a circular detalles del testamento que el Papa Francisco había preparado antes de su fallecimiento. Uno de ellos ha causado un gran impacto: Francisco dejó establecido que su entierro sería financiado por un benefactor anónimo. Es decir, no sería la Santa Sede quien asumiera esos gastos, algo totalmente fuera de lo común en estos casos.
Este gesto encaja perfectamente con su estilo humilde y directo, ya que en el pasado había sorprendido al pagar personalmente su estancia en Roma tras ser elegido Papa. Ahora, en su testamento, dejó claro que no quería suponer una carga económica para la Iglesia, según recogen en COPE. El texto recoge literalmente: “los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que he dispuesto”.

Para quienes lo conocían, esto es una muestra más del sentido del humor y de la coherencia que lo acompañaron hasta el final. No se trata de un detalle financiero, sino de un mensaje sobre su visión del papado: estar al servicio, sin pretensiones, incluso en la muerte. Ese "todo está pagado" suena, en boca de Francisco, como una última sonrisa dirigida al mundo.
Los cardenales y la maquinaria que se pone en marcha
Tras el fallecimiento de un Pontífice, se activa un proceso meticuloso dentro del Vaticano. La primera medida fue tomada por el colegio de cardenales: la fecha del funeral. Se celebrará en la Plaza de San Pedro, el sábado a las 10 de la mañana, reuniendo a miles de fieles y líderes mundiales.

Mientras tanto, los cardenales mayores de 80 años, aunque no votan en el cónclave, también participan en las reuniones previas. Allí se discute el perfil del próximo Papa, tomando en cuenta los retos actuales del mundo. Temas como la guerra en Europa, la tensión en Oriente Medio o la polarización global, están muy presentes en estas conversaciones.
Una de las decisiones más delicadas será la participación del cardenal Becciu en el cónclave. Hay dudas sobre si Francisco dejó alguna indicación sobre su rol. Este tipo de temas se resuelven en los primeros días tras la muerte del Pontífice, y podrían marcar el tono del futuro cónclave.
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