Carmen Thyssen se muestra sexy en sus vacaciones y... ¿En compañía de su nuevo novio?

El 14 de junio fue un día memorable para Carmen y Sabina, las mellizas de la baronesa Thyssen, quienes se graduaron del colegio internacional en Andorra. En una ceremonia significativa, su madre tuvo el honor de entregar los diplomas a todos los estudiantes. Concluidos sus estudios, las hermanas se encuentran ahora en un verano excepción

Después de su graduación y fiesta de cumpleaños número 18, Carmen y Sabina han estado disfrutando del verano en compañía de sus amigos, relajándose bajo el sol y el mar. Carmen, en particular, está aprovechando estos momentos antes de iniciar su vida universitaria en otoño.

Durante estos días, surgieron rumores sobre un posible romance en la vida de Carmen, especialmente después de ser vista en una moto acuática con un joven. Sin embargo, la baronesa desmintió estas especulaciones, aclarando que el joven es simplemente uno más del grupo de amigos que asistió a la celebración en Sant Feliú de Guíxols. Además, no es el mismo chico que la acompañó en su primer acto oficial en solitaria la víspera de su cumpleaños.

En esa ocasión, Carmen representó a su madre en la inauguración de la exposición "Entre Obres" en el Espai Carmen Thyssen debido a que la baronesa estaba enferma. Carmen pronunció sus primeras palabras en público con gran confianza, acompañada por Guillermo Cervera, sobrino de la baronesa y Conservado.

Carmen, una estudiante destacada, comenzará en septiembre un doble grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Relaciones Internacionales. Este paso refleja su intención de continuar con el legado museístico de su familia, situándola ante el ojo público.

Sin embargo, antes de asumir estas responsabilidades, está disfrutando plenamente del verano. Ha sido vista navegando en el Mata Mua, el impresionante motovelero de 40 metros de eslora 

Por otro lado, Sabina, quien comparte el verano con su hermana, es más reservada y tiene una profunda pasión por las artes. Toca el piano, canta con tono de soprano, y dibuja, inclinaciones que probablemente guiarán su formación futura, aunque no necesariamente en una universidad.

"Nadie está preparada, pero es normal que los hijos abandonen el nido. La vida es así, es inevitable. Que crezcan y se vayan los hijos creo que es la pena que tenemos todos los padres.

Mis niñas se han convertido en adolescentes y ya está", expresó la baronesa hace unos meses en su casa de Andorra