
Buckingham Palace ya no oculta que Carlos III y Camila han roto relación con ellos
Camila Parker sería la causante de la decisión que marca un antes y un después en la dinámica familiar
La realeza siempre ha sido un universo donde la apariencia y el protocolo se mezclan con emociones y situaciones personales complejas. Detrás de cada acto público, existe una realidad más profunda que a menudo permanece oculta al gran público. Las relaciones familiares en la corona británica son un delicado equilibrio entre tradición, poder y afecto.
En momentos de incertidumbre, la fortaleza de estos vínculos se pone a prueba y las decisiones que toman los protagonistas pueden marcar el futuro. Carlos III y su hijo, Harry, mantienen nula relación y viven momentos de tensión. Y, en la actualidad, la situación estaría siendo agravada por personas cercanas a la familia.

La reina Camila: pieza clave en las tensiones familiares
Camila Parker Bowles ha emergido como un actor central en la compleja relación entre Carlos III y su hijo Harry. Según fuentes próximas a Buckingham, la reina consorte es la principal opositora a la reconciliación familiar. “Ha hecho todo lo posible por mantener alejados a Archie y Lilibet del entorno real”, aseguran.
El libro Spare fue un punto de inflexión entre Harry y Camila. En el libro, Harry describe a Camila como “la madrastra malvada”, acusándola de manipular y sacrificar relaciones para mantener su imagen. Desde entonces, Camila ha ejercido un control férreo sobre cualquier acercamiento entre el rey y los Sussex, reforzando la distancia.

Control y estrategias en un momento crítico
El estado de salud delicado de Carlos III ha fortalecido la posición de Camila dentro del Palacio. Se cree que su estrategia se basa en “divide y vencerás”, motivada por el temor a perder influencia tras la ausencia del rey. Archie y Lilibet han sido vetados de las propiedades reales y no pueden visitar a su abuelo sin autorización previa.
Aunque el rey desea acercarse a sus nietos, su estado físico y la presión de Camila limitan esa posibilidad. Expertos en la realeza señalan que Camila controla actualmente las decisiones más importantes. Y, eso, incluye las decisiones personales, dejando poco espacio para la reconciliación y la unión familiar.

Este momento tenso refleja cómo, en la monarquía, los lazos familiares y las estrategias políticas pueden entrar en conflicto. La familia real británica se enfrenta a desafíos que requieren equilibrio y entendimiento para asegurar su futuro y estabilidad ante la opinión pública.
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