
Anuncian una triste noticia de la Familia Real: el rey Felipe y sus hermanas lo saben
Se confirma que la infanta Cristina no volverá a actos oficiales, mientras la infanta Elena recupera protagonismo
Una triste noticia relacionada con la Familia Real ha salido a la luz y ya ha sido conocida por el rey Felipe y sus hermanas. Según el entorno de Zarzuela, se ha tomado una decisión definitiva sobre la infanta Cristina: no volverá a participar en actos oficiales de la Corona. En cambio, la infanta Elena ha sido readmitida de forma parcial y su presencia institucional empieza a recuperar protagonismo.
Esta decisión, según apunta el medio Monarquía Confidencial, no es nueva para la Familia Real, pero ahora se ha hecho pública con mayor claridad. Cristina de Borbón, marcada por su implicación en el Caso Nóos, no volverá a tener funciones oficiales. ¿Por qué Zarzuela permite que una hermana sí y la otra no?

El rey Felipe mejora la relación con sus hermanas, Elena y Cristina
En junio de 2014, el entonces príncipe de Asturias asumió el trono tras la inesperada abdicación de su padre. El rey Felipe emprendió una renovación profunda de la institución, centrada en recuperar la confianza ciudadana y blindar el futuro de sus hijas. Entre las medidas más relevantes destacaron los cambios en la agenda oficial, pero también una drástica reducción de la visibilidad de Elena y Cristina.
El contexto no era favorable, ya que ambas estaban divorciadas y la situación judicial de Cristina generaba polémica. Poco a poco, se las fue apartando de los actos oficiales. Años más tarde, la Corona mantiene firme esa línea, aunque en el caso de Elena de Borbón se han abierto ciertas excepciones.
A pesar del distanciamiento institucional, los vínculos familiares entre los hermanos parecen haber mejorado con el tiempo. Una prueba fue la llegada conjunta de Felipe y Cristina a la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova. Sin embargo, esta reaparición en público no implica que haya una vuelta al ámbito institucional por parte de la duquesa de Palma.

Mientras tanto, la infanta Elena ha retomado puntualmente su papel representativo. Su última aparición será este 5 de junio, en la entrega de premios del Concurso de Pintura Infantil y Juvenil organizado por Patrimonio Nacional. Aunque se trate de un acto menor, su presencia institucional es significativa en términos de estrategia y mensaje político.
Casa Real deja claro que la infanta Cristina no volverá a tener actos oficiales
Tal como indica Monarquía Confidencial, Zarzuela no contempla que la infanta Cristina vuelva a tener funciones institucionales. Esta decisión no es nueva, pero se ha reafirmado recientemente ante las consultas de algunos sectores. "Desde que tuvo que declarar por el Caso Nóos, Zarzuela tuvo claro que no tendría un papel institucional", aseguran.
La desconfianza hacia Cristina sigue vigente, incluso una década después del estallido del caso. Además, su voluntad tampoco parece orientada hacia la vida pública. "La infanta también está en otro momento de su vida y lo único que quiere es pasar desapercibida", concluyen en el mismo medio.
Mientras Elena recupera cierta visibilidad, Cristina de Borbón continúa viviendo entre Suiza y España, volcada en su vida privada y sus hijos. Su retirada del foco público parece voluntaria, pero también determinada por las limitaciones impuestas por la Casa del Rey.

Los recuerdos del juicio, su imagen esposada y el daño reputacional sufrido siguen pesando. Aunque ya ha pasado una década, no ha habido gesto alguno que sugiera que su regreso institucional sea viable. De hecho, todo indica que Zarzuela considera que su figura ya no es recuperable en términos de imagen pública.
La infanta Elena recupera su papel institucional
En contraste, la infanta Elena ha sido lentamente reincorporada. La confianza en ella no se ha perdido del todo y su figura vuelve a estar presente en pequeños actos oficiales. Esta reactivación ha sido bien valorada dentro y fuera de la institución, especialmente por quienes recuerdan su papel institucional en los años 90 y 2000.
María José Gómez Verdú, experta en protocolo, analiza este regreso desde una perspectiva simbólica. "Si miramos hacia el pasado, uno de los casos más llamativos durante los años 90 y primeros 2000 fue Elena de Borbón. Asumió un papel activo en actos oficiales, inauguraciones, visitas culturales y compromisos solidarios", explica en Lecturas.
La infanta Elena fue también pionera en varios aspectos. Fue la primera licenciada universitaria de la familia, contrajo matrimonio en público y era muy cercana al pueblo. Esa imagen estable y comprometida ha permanecido en la memoria colectiva, y su retorno ofrece un perfil útil, confiable y libre de escándalos.

A ojos de muchos ciudadanos, la infanta Elena encarna una figura clásica y respetada. "Era la figura estable, clásica y confiable, frente a una hermana menor más mediática y un hermano heredero aún en formación", señala María José. Su exclusión tras la llegada al trono de su hermano fue un golpe simbólico, pero también estratégico.
Su conocimiento del protocolo, su actitud natural y su disposición para cumplir con tareas sin protagonismo la convierten en una aliada eficaz para la monarquía. "La retirada de Elena privó a la institución de un activo valioso: una figura que conocía el protocolo, aceptaba su posición con naturalidad y representaba continuidad sin conflicto", concluye María José.
La decisión de excluir a la infanta Cristina de cualquier acto oficial, mientras la infanta Elena comienza a recuperar protagonismo, evidencia un giro estratégico en la Familia Real. Aunque los lazos familiares se mantengan, el rey Felipe ha marcado una línea clara en su política de imagen pública. ¿Será este el principio de una reintegración paulatina o un movimiento aislado?
Más noticias: