
La Romería Marítima convierte Algeciras en un mar de fe
La Virgen de la Palma reúne a miles de personas en El Rinconcillo en una cita única de orgullo marinero.
Cada 15 de agosto, Algeciras se detiene para rendir homenaje a su Patrona y Alcaldesa Perpetua, la Virgen de la Palma.
La romería marítima convierte Algeciras en un mar de fe
Una tradición única en España, que combina la fe marinera con una espectacular romería marítima. Miles de personas se reúnen en la playa del Rinconcillo para recibir a su Virgen después de un año bajo el mar.
El alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, destacó la alegría que transmite la romería. “Da gusto porque la gente es feliz, lo vemos. Todo el mundo está sonriendo y esa es la mejor medicina”.
Sus palabras reflejan la esencia de un evento que convierte a Algeciras en el centro de todas las miradas.
Una gran fiesta en torno a todos los actos que se realizan en torno a la Patrona. Además, como puedes ver se vive con mucha intensidad
Landaluce subrayó además la intensidad con la que se vive esta festividad. “Una gran fiesta en torno a todos los actos que se realizan en torno a la Patrona. Además, como puedes ver se vive con mucha intensidad”.

El regidor insistió en el carácter abierto de los algecireños: “Nos gusta abrir los brazos a las personas que vienen de fuera para que disfruten nuestras tradiciones como un vecino más”.
El presidente de la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero, Javier Palacios, compartió también sus sentimientos en este día tan especial. “Se vive con muchísima emoción. Yo lo vivo en el agua porque voy a sacarla y después aquí en tierra, para nosotros es un día muy emocionante”.
Esta tradición viene por un grupo de pescadores subacuáticos, vieron algo similar, se planteó y decidimos organizarlo como se hace hoy día
El dirigente recordó los orígenes de la romería: “Esta tradición viene por un grupo de pescadores subacuáticos, vieron algo similar, se planteó y decidimos organizarlo como se hace hoy día”.

Una tradición de casi medio siglo
La romería marítima nació en 1975 gracias a la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero. Desde entonces, cada verano los buceadores de la entidad recuperan la talla de la Virgen de la Palma de su gruta submarina.
El Ayuntamiento colabora estrechamente para garantizar el éxito y la seguridad de una festividad declarada de Interés Turístico de Andalucía en 2014.
Palacios destacó la continuidad generacional que asegura el futuro de la romería. “Hace 48 años que se empezó y la verdad es que cada vez hay más juventud y más compromiso”. La implicación de los más jóvenes confirma que la tradición seguirá viva durante décadas.
La organización de una cita de este nivel requiere meses de planificación y coordinación. El Ayuntamiento convoca reuniones previas con Policía Local, Guardia Civil, Bomberos, Cruz Roja y Protección Civil.
También participan las delegaciones de Turismo, Fiestas y Playas, junto a entidades como Urbaser o el Consorcio Provincial de Bomberos.

En estos encuentros se revisan protocolos de seguridad y el Plan de Autoprotección de la Romería. Se diseñan actuaciones frente a posibles emergencias, como avalanchas, mareos o incidencias médicas.
El objetivo es claro: que la fiesta se viva con intensidad, pero también con la máxima seguridad para todos.
Una imagen con historia y misterio
La talla original, obra de Carlos Alfonso Ortega, desapareció misteriosamente en 1999. Fue sustituida por una escultura de Nacho Falgueras, autor también del monumento a Paco de Lucía en Algeciras. La actual Virgen mide 1,10 metros y pesa 100 kilos, permaneciendo sumergida durante todo el año en la Bahía.
La historia de esta tradición tiene además tintes legendarios. Se cuenta que en el siglo XVII un barco genovés dejó una imagen de mármol tras superar un temporal. Ese gesto fue interpretado como el deseo de la Virgen de quedarse para siempre en Algeciras.
La jornada del 15 de agosto comienza temprano, con barcos engalanados que parten hacia la bahía. Los buzos descienden hasta la gruta situada a 15 metros de profundidad. Allí rescatan la talla de la Virgen y la trasladan en barco hasta la orilla del Rinconcillo.

El momento del desembarco es siempre emocionante. Aplausos, vítores y lágrimas se mezclan entre los miles de fieles que esperan la llegada de la Virgen. Algunos agitan las aguas para mojar a los portadores, cumpliendo con un ritual lleno de simbolismo.
A continuación, la Virgen es colocada en una parihuela y portada hasta la plaza Virgen del Mar. Allí se levanta un altar que simula la gruta submarina. Durante horas recibe la devoción de centenares de vecinos y visitantes.
La voz de los protagonistas
Para Landaluce, la fuerza de la romería reside en el compromiso de toda la ciudad. “Anoche en la procesión veíamos un montón de jóvenes, es la mejor forma de saber que las tradiciones se van a mantener, cuando la gente joven se implica”.
El alcalde se mostró convencido de que esta devoción popular seguirá siendo una seña de identidad de Algeciras.
Palacios coincide en esa visión. Subrayó que la sociedad que preside ha trabajado siempre para mantener viva la tradición. “Hace casi cinco décadas que empezamos y, sinceramente, ver la playa llena y a los jóvenes participando es la mayor recompensa”.

El Rinconcillo se transforma en un mosaico humano de sombrillas, cánticos, aplausos y petardos. Más de 40.000 personas se congregan cada año en esta playa emblemática de Algeciras. La devoción se combina con un ambiente festivo que refleja la esencia marinera de la ciudad.
Las familias llegan desde primera hora para ocupar un buen lugar en la arena. Los hoteles registran una alta ocupación, lo que confirma el impacto turístico del evento. La romería no solo fortalece la identidad local, también impulsa la economía y la proyección de la ciudad.
Devoción y espectáculo
La Virgen permanece durante el día en el altar de la plaza Virgen del Mar. A las 19:00 se celebra una misa solemne, con la presencia de autoridades y fieles. Al caer la noche, la talla regresa al mar en una procesión cargada de emoción.

La jornada culmina con un espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde tierra y mar. El cielo de la bahía se ilumina mientras la Virgen vuelve a su gruta submarina. De este modo se cierra un ciclo que cada año renueva la fe de todo un pueblo.
La romería marítima es un ejemplo de coordinación entre Ayuntamiento, entidades sociales y fuerzas de seguridad. El Plan de Autoprotección garantiza que la celebración se desarrolle sin incidentes, incluso con la gran afluencia de visitantes.
El esfuerzo conjunto ha convertido a la romería en un referente cultural y turístico en Andalucía. El futuro de esta tradición parece asegurado gracias a la implicación de los jóvenes. La romería de la Virgen de la Palma es más que un evento: es el corazón espiritual y marinero de Algeciras.
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