La RFEC apoya al MAPA y pide frenar la prohibición del plomo sin alternativa

La Real Federación Española de Caza (RFEC), que representa a más de 330.000 cazadores federados, expresa su rechazo a la carta dirigida al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) por un grupo de científicos, en la que solicitan la prohibición del uso de munición de plomo. La RFEC respalda la postura del MAPA, que aboga por una moratoria y por contemplar excepciones como única vía viable para avanzar hacia una transición responsable.

La Federación manifiesta su preocupación ante el profundo desconocimiento que, a su juicio, demuestran instituciones científicas de primer nivel como el CSIC o el IREC sobre el sector cinegético. La caza es un elemento clave para el equilibrio y la sostenibilidad de los ecosistemas en todo el país, además de contribuir significativamente a numerosas investigaciones en beneficio de la fauna silvestre.

En su misiva, los científicos aseguran que existen alternativas "seguras y efectivas" al uso del plomo. Sin embargo, no existen estudios que analicen de forma rigurosa el impacto que supondría su prohibición en el contexto socioeconómico y ambiental de España. Aspectos como la seguridad del usuario, la compatibilidad con el parque armamentístico actual, la eficacia en la actividad cinegética, la viabilidad económica en la caza de gestión o la disponibilidad de materiales alternativos a corto y largo plazo, no han sido debidamente valorados.

Además, los firmantes de la carta cuestionan la capacidad de las administraciones para diferenciar entre acciones de control poblacional y caza deportiva. Esto revela un desconocimiento de la evolución que ha experimentado la caza en nuestro país, donde ha dejado de ser una práctica meramente lúdica o tradicional para convertirse en una herramienta esencial de gestión. La actividad cinegética es hoy fundamental para afrontar problemáticas como los crecientes daños a la agricultura provocados por la fauna silvestre o el aumento de los accidentes de tráfico con animales involucrados.

En este contexto, medidas como las autorizaciones para el control poblacional, la declaración de comarcas de riesgo cinegético, la detección de sobreabundancias o los periodos extraordinarios de caza constituyen mecanismos habituales de gestión. Estas actuaciones, ejecutadas en coordinación entre administraciones públicas y cazadores, han demostrado ser eficaces y solventes.

Resulta especialmente preocupante la afirmación de que los animales abatidos durante controles poblacionales "seguramente se usarán para alimentación humana o animal", cuando en la práctica su gestión representa uno de los mayores desafíos tanto para las federaciones de caza como para las administraciones autonómicas. La incorporación de estas piezas a circuitos de donación o comercialización es, en la mayoría de los casos, inviable por motivos legales, logísticos y sanitarios.

La RFEC reconoce que eliminar el uso del plomo es un objetivo compartido y legítimo. No obstante, este proceso no debe imponerse sin antes garantizar que no pone en riesgo cuestiones prioritarias como la salud pública y la seguridad ciudadana. Existen ya evidencias claras, como el aumento de siniestros viales o los daños agrícolas, y otras amenazas latentes como la expansión de enfermedades zoonóticas de alto riesgo, entre ellas la peste porcina africana.

Una transición hacia la caza sin plomo exige diálogo, consenso y participación de todos los sectores implicados. Convertir este proceso en una urgencia ideologizada mediante manifiestos carentes de base técnica no sólo polariza el debate, sino que dificulta la aplicación efectiva de cualquier medida. Lamentablemente, este tipo de posicionamientos provienen de entidades a las que se les presupone objetividad como valor fundamental.

Por todo ello, la RFEC reafirma su respaldo al MAPA en su labor de escucha activa y defensa de las necesidades del sector cinegético. Asimismo, reitera su apoyo a la aplicación de una moratoria en la prohibición del plomo hasta que existan alternativas viables desde los puntos de vista económico, social y balístico.