Orange da una última hora sobre su situación: muchos clientes empiezan a preocuparse
Tuvo que hacer frente a un embargo de 312 millones después de que las autoridades detectaran irregularidades en el IVA
Orange ha sido noticia en los últimos días tras enfrentarse a una medida judicial que podría complicar su panorama financiero a corto plazo. El Parquet National Financier, una entidad judicial francesa similar a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en España, le ha retenido 312 millones.
Esta decisión se enmarca dentro de un litigio que investiga los tipos de IVA aplicados a ciertas promociones comercializadas por Orange. Sobre todo entre los años 2017 y 2019.
El impacto del embargo en Orange
Desde la compañía han negado los hechos y han decidido impugnar lo que consideran una medida excesiva. En un comunicado, Orange ha afirmado que está trabajando para recuperar los pagos de impuestos adicionales que, según ellos, no deberían haber sido exigidos. Sin embargo, mientras el procedimiento judicial esté en curso, el operador no podrá disponer de esos 312 millones de euros.
A pesar de este revés, la compañía asegura que este embargo no pone en riesgo sus previsiones financieras. Ha destacado que cuenta con un balance consolidado sólido y una posición de tesorería que le permite afrontar este contratiempo. Sin afectar sus operaciones ni la calidad de sus servicios.
En su defensa, la empresa ha declarado que ni su situación financiera ni su reputación justifican este tipo de medidas. Orange recuerda que cuenta con un balance total consolidado de 104.400 millones de euros (datos a junio de 2024). Además de una posición de tesorería de 17.400 millones de euros en sus actividades de telecomunicaciones.
Orange también cotiza en la bolsa Euronext de París, donde es una de las compañías más destacadas. También ha enfatizado que el Estado francés posee un 22,95% de su capital social. Lo que refuerza su credibilidad como entidad de interés estratégico en el país.
¿Qué significa esto para los clientes de Orange?
La noticia ha generado preocupación entre algunos clientes, quienes temen que esta situación pueda afectar los servicios que Orange ofrece. O incluso traducirse en cambios en sus tarifas. Sin embargo, la compañía ha sido clara al afirmar que este litigio no pone en riesgo la estabilidad del grupo ni la calidad del servicio.
Ha dejado claro que seguirá operando con normalidad mientras avanza el procedimiento judicial. De momento, este litigio no ha afectado su compromiso con la innovación tecnológica ni con el despliegue de nuevas soluciones.
El sector de las telecomunicaciones en Europa es altamente competitivo. Y cualquier señal de inestabilidad puede ser aprovechada por rivales como Movistar o Vodafone. Sin embargo, Orange asegura que mantiene una posición sólida y que este contratiempo no desviará su rumbo estratégico.
La compañía confía en que el procedimiento judicial se resuelva a su favor y pueda recuperar los 312 millones de euros retenidos. Mientras tanto, sigue reforzando su imagen como uno de los actores clave en el mercado de telecomunicaciones.
Más noticias: