
Indignación en Reino Unido: dos trans disputarán la final de un torneo de mujeres
Los protagonistas, Harriet Haynes y Lucy Smith, dos hombres, pero competirán como mujeres tras eliminar a cuatro rivales del torneo.
Dos jugadores trans llegan a la final del Ultimate Pool Women’s Pro Series y desatan una ola de indignación entre jugadoras y aficionados. Los protagonistas, Harriet Haynes y Lucy Smith, hombres, pero competirán como mujeres tras eliminar a cuatro rivales del torneo.
Durante las partidas, el público alzó pancartas con mensajes como “Salvemos el deporte femenino” y “Es un hombre”, según The Telegraph. Los abucheos y protestas no se hicieron esperar. El público considera injusto que mujeres biológicas compitan contra hombres trans.
Una de las figuras clave del rechazo es Lynne Pinches, jugadora que ya se negó a enfrentarse a Harriet Haynes en 2023. “Me dijeron que abandonara el evento UP por llevar cámara corporal”, denunció Pinches en redes sociales tras un nuevo altercado.
“Me quité la cámara al saber que no podía grabar, pero igualmente me echaron. Ni con cámara ni sin ella me dejaron entrar”. Pinches ha sido tajante: considera que las jugadoras trans tienen una “ventaja de categoría” por su origen biológico masculino.
“Las veo jugar y hacen tiros que las mujeres no hacen. Tienen más alcance, más fuerza y más altura que nosotras”, explicó. La polémica no solo ha dividido al público, también a las federaciones. Hay contradicciones claras entre los organismos oficiales.

Mientras la English Blackball Pool Federation (EBPF) veta a Haynes por no ser mujer biológica, Ultimate Pool sí permite su juego. Haynes ha demandado a la EBPF por discriminación, alegando que no tiene ventajas físicas al tratarse de un deporte de precisión.
En contraste, Pinches ha contraatacado con su propia demanda a UP y a la World Eightball Pool Federation por obligarla a jugar. “Esto no es boxeo ni golf, es billar”, dijo Haynes en The Independent, defendiendo su inclusión en las categorías femeninas.
Pero para muchas competidoras, la biología importa, incluso en el billar. La equidad está en entredicho en esta disciplina.
El debate ha traspasado las mesas de pool. Políticos, activistas y asociaciones deportivas británicas ya han tomado posición. La inclusión sin condiciones ha abierto una grieta en la confianza de muchas deportistas que temen perder espacios ganados.
“Estamos perdiendo el deporte femenino. No es odio, es sentido común”, expresó una manifestante afuera del recinto del torneo.
La presión mediática y social sigue en aumento. La final del domingo será un termómetro del malestar acumulado por el caso.
¿Debe permitirse a personas trans competir con mujeres sin evaluar ventajas físicas? La pregunta ya está sobre la mesa. El Reino Unido enfrenta un nuevo episodio donde el activismo choca con la realidad deportiva y las reglas del juego limpio.
Haynes y Smith jugarán la final, pero la partida más dura será la que se libra fuera del tablero: la del sentido común y la equidad.
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