
Frank Cuesta rompe con todo y alerta que podría acabar en prisión
El defensor de animales más valiente de la televisión ha comunicado que teme acabar preso o deportado por causas judiciales que considera injustas
Frank Cuesta ha anunciado que deja el foco mediático y abandona Tailandia tras recibir tres denuncias que amenazan su libertad y reputación. El defensor de animales más valiente de la televisión ha comunicado que teme acabar preso o deportado por causas judiciales que considera injustas.
“Me han puesto tres denuncias criminales: por difamación, por impuestos y por maltrato animal”, explicó Cuesta en un vídeo visiblemente afectado. Estas denuncias han sido interpuestas por su exmujer, Yuyee, la misma por la que Frank luchó durante años para lograr su liberación.
El caso ha generado un aluvión de apoyo hacia Frank, que ha entregado su vida entera a salvar animales en peligro por todo el Sudeste Asiático. El presentador explicó que no se siente seguro en Tailandia, país en el que ha residido durante años, y que necesita salir antes del juicio.
“No soy mala persona, pero probablemente acabe en la cárcel o deportado. Me tengo que ir del país.

Esto me puede reventar del todo”. Así de claro lo dijo en redes, visiblemente abatido, asegurando que todo esto lo ha forzado a dejar el Santuario Libertad en otras manos.
El refugio, símbolo de su lucha contra el tráfico de especies, será dirigido ahora por su equipo y su hijo Zorro, que seguirá su legado. Las denuncias presentadas incluyen una por difamación, otra por supuestos delitos fiscales y una más por maltrato animal sin base alguna.
Sus seguidores defienden que las acusaciones no tienen fundamento y que el trabajo de Frank ha sido siempre ético y en defensa de la vida. “Esto no es solo contra mí.
Van a hacer daño a muchas personas y a muchos animales. Es algo sucio y ruin”, dijo con voz entrecortada. Frank Cuesta siempre ha sido frontal, directo y sin filtros, pero jamás había mostrado tal nivel de decepción ante un ataque tan personal.
El presentador considera que detrás de todo esto hay una campaña para sacarlo del mapa y hacerle pagar por no callarse ante la injusticia. “No puedo seguir poniendo la cara por un sistema que claramente me quiere fuera”, concluyó en su mensaje con firmeza y determinación.
Durante años ha sufrido amenazas, censura, presiones políticas y ataques por su lucha en defensa de especies protegidas y causas incómodas. Su compromiso ha sido total. Nunca cobró por rescatar animales. Nunca dejó a nadie atrás. Ahora le toca pelear por su propia libertad.
El próximo 6 de marzo se enfrentará a un juicio que puede marcar el inicio o el fin de una era, pero no se rinde: sigue creyendo en su causa. Las redes estallaron con mensajes de ánimo para quien se convirtió en símbolo de resistencia, entrega y amor por los animales más olvidados.
Frank Cuesta no se esconde. No busca compasión, solo justicia. Y si algo ha demostrado siempre, es que no se le derrota tan fácilmente.
Esta batalla no es solo suya. Es también de quienes creen que la verdad, el trabajo honesto y la defensa de la naturaleza merecen respeto.
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