La esperanza de vida en 2050: cuánto tiempo vamos a vivir en 15 años

Según las últimas investigaciones del Estudio sobre la Carga Global de Enfermedades (GBD) 2021 se prevé un aumento en la esperanza de vida global para hombres y mujeres. Este aumento se produciría en los próximos 30 años. Los investigadores del Instituto de Evaluación y Medición de la Salud (IHME), han sido los encargados del estudio.

Son una organización independiente de investigación de la Universidad de Washington en Estados Unidos y afirman que se espera un aumento de 4,9 años para los hombres y 4,2 años para las mujeres para el año 2050.

Este estudio sugiere que los aumentos serán más significativos en países donde la esperanza de vida es actualmente más baja, lo que contribuirá a una convergencia en el aumento de la esperanza de vida en todas las regiones del mundo. Esta tendencia se debe en gran medida a las medidas de salud pública.

Estas han prevenido y mejorado las tasas de supervivencia de enfermedades cardiovasculares, Covid-19 y una variedad de enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales.

Viviremos más ¿Pero a qué precio?

El cambio actual es que la proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado, estará dominada por enfermedades no transmisibles (ENT). Estas son: enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y diabetes.

A estas se sumarían la exposición a factores de riesgo asociados como la obesidad, la presión arterial alta, una dieta poco saludable y el tabaquismo. Esto es lo que tendrá el mayor impacto en la carga de mortalidad de la próxima generación.

Se espera que más personas vivan más tiempo, pero con más años de mala salud. Se proyecta que la esperanza de vida mundial aumentará de 73,6 años en 2022 a 78,1 años en 2050, lo que representa un aumento de 4,5 años. Por otro lado, se estima que la Esperanza de Vida Saludable a nivel mundial (HALE), es decir, el número promedio de años que una persona puede esperar vivir con buena salud, aumentará de 64,8 años en 2022 a 67,4 años en 2050, un aumento de 2,6 años.

Estos hallazgos señalan la importancia de continuar invirtiendo en políticas de salud pública. Tanto para evitar las enfermedades no transmisibles como sus factores de riesgo asociados. A pesar del aumento en la esperanza de vida, es crucial garantizar que estos años adicionales se pasen en buena salud.

La promoción de estilos de vida saludables y la prevención de enfermedades siguen siendo fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo.

El estudio también destaca la necesidad de adaptar los sistemas de atención médica para hacer frente al aumento de la población anciana y a la creciente carga de enfermedades crónicas. La inversión en investigación y desarrollo de tratamientos será esencial para abordar los desafíos de salud del futuro.