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Portada de un reportaje sobre el festival El Cante de las Minas en La Unión, con imágenes de artistas flamencos, bailaoras y una guitarra, destacando el regreso del evento como epicentro del flamenco.
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El Cante de las Minas vuelve a situar a La Unión en el epicentro del flamenco

La Unión celebra la 64ª edición del Cante de las Minas con música y baile que unen historia y creatividad flamenca

El Festival Internacional del Cante de las Minasse celebra desde 1961 en La Unión, convirtiéndose en epicentro  del flamenco mundial.

El Cante de las Minas vuelve a situar a La Unión en el epicentro del flamenco

Nació para homenajear la tradición minera y la riqueza cultural de la comarca, combinando cante, baile  y toque con un reconocimiento internacional.

A lo largo de sus más de seis décadas, el certamen  ha dado a conocer talentos emergentes y consagrados, consolidando su prestigio global.

El festival no solo premia artistas; también integra exposiciones, actividades culturales y homenajes, reafirmando su papel como motor de la identidad unionense.

El flamenco es tan inmenso que no es difícil realizar una programación interesante. Buscamos a los mejores artistas, en mejor forma, que ofrecen los mejores espectáculos, para darle a nuestro público el mejor flamenco

EDATV se desplazó hasta La Unión para conversar con el alcalde y presidente de la Fundación del Cante de las Minas, Joaquín Zapata, quien destacó. "El flamenco es tan inmenso que no es difícil realizar una programación interesante. Buscamos a los mejores artistas, en mejor forma, que ofrecen los mejores espectáculos, para darle a nuestro público el mejor flamenco."

"Para triunfar en el flamenco hay que pasar por La Unión. Todo el mundo del flamenco está aquí durante estos diez días."

Con cada edición, La Unión se transforma en un escenario donde tradición y vanguardia se abrazan, atrayendo visitantes de todo el mundo.

Un hombre con barba y traje oscuro es entrevistado por otro hombre con camisa azul que sostiene un micrófono en una sala con cuadros y una escultura sobre una mesa

"La transmisión es esencial. Hay que entender lo que se está cantando, las entrañas de ese cante que huele a mina, y que debe emocionar al jurado." Apuntilló el alcalde Joaquín Zapata.

En 2025, la 64ª edición reafirmó su capacidad para unir memoria, arte y comunidad en once días de intensa programación.

Apertura oficial: homenaje a los mineros y comercio local

El 31 de julio, La Unión inauguró la 64ª edición con una jornada cargada de emoción y cultura. El II Concurso de Escaparatismo y Decoración del Comercio Minorista destacó la implicación del tejido empresarial local.

Regalos  Flori Guerrero ganó el primer premio, mientras Librería Sáez y La Mar de Caprichos recibieron accésits, mostrando creatividad y compromiso cultural.

Fachada de un edificio antiguo con un reloj en la parte superior y la inscripción Mercado Público

La tradicional misa minera en la parroquia Nuestra Señora del Rosario abrió oficialmente el programa, reforzando la memoria histórica. El corte de cinta estuvo a cargo del alcalde Joaquín Zapata, junto al pregonero Imanol Arias, en un acto que unió autoridades y ciudadanos.

Luis Gudiño y Encarna Hernández  recibieron homenajes, reconociendo el esfuerzo de los mineros y su legado social en la comunidad.

El recuerdo a los mineros vinculó pasado y presente, consolidando la dimensión social del Festival y su papel en la memoria colectiva.

La Catedral del Cante: música, danza y arte

La escenografía de Esteban Bernal Aguirre envolvió la Catedral del Cante, creando un espacio donde convergieron varias disciplinas artísticas. La Agrupación Musical de La Unión ofreció pasodobles y malagueñas  mientras Ana García pintaba una bailaora flamenca en directo.

Ilaria Orlandini sumó movimiento contemporáneo, generando un diálogo entre tradición y modernidad que sorprendió al público.

Encarnación Fernández, doble ganadora de la Lámpara Minera, deslumbró con fandangos, tientos tangos y murcianas acompañada por Antonio Muñoz.

Las alumnas de ArteDanza cerraron la gala con bailes de farruca y caracoles, inaugurando las madrugás flamencas del Café Cantante.

Fachada de un edificio histórico de varios pisos con balcones de hierro forjado, arcos en la planta baja, varias banderas y personas caminando por la acera.

La exposición Latido Flamenco de Perla Fuertes, inaugurada en el Museo Minero, exploró la fuerza femenina en el flamenco y permaneció abierta durante todo agosto.

La Plaza Joaquín Costa estrenó la escultura Mano Naciendo del Árbol de la Vida de Cristóbal Gabarrón, simbolizando raíces y energía compartida.

La pieza de cinco metros, cedida por la  Fundación Cajamurcia, permanecerá hasta finales de septiembre, conectando identidad, libertad y flamenco. Joaquín Zapata resaltó el valor artístico y patrimonial de la obra, destacando su integración con el espíritu del festival.

Distinciones y pregón: tradición y memoria

El 1 de agosto, la Fundación Cante de las Minas entregó la Medalla de Oro al Teatro Real por su promoción y dignificación del flamenco.

Ignacio García-Belenguer, director general, recordó su compromiso desde 2012 y celebró la labor internacional de la institución bajo el sello Authentic Flamenco. Zapata destacó la excelencia del tablao del  Teatro Real  y su contribución a la difusión del arte flamenco.

Imanol Arias ofreció un pregón teatralizado basado en El Alcayata, conectando la historia del cante con el hambre y la resistencia de la posguerra. Su intervención incluyó martinetes, soleás y un taranto en directo, emocionando al público en la Catedral del Cante.

Un grupo de personas sonríe y conversa animadamente al aire libre durante la noche

Arias recordó que el flamenco surge de la fragua y el dolor convertido en arte, uniendo tradición y sentimiento contemporáneo.

El guitarrista Yerai Cortés recibió el ‘Castillete de Oro’, distinción que destaca su talento y proyección internacional.

Con 15 años, Cortés comenzó tocando palmas en  La Unión y hoy combina innovación con respeto a la tradición.

Antonio Rey y Pepe de Lucía: homenaje a la guitarra

El 2 de agosto, Antonio Rey ofreció un recital memorable en la Catedral del Cante. El guitarrista recordó sus inicios en el certamen de 2003 y recibió una placa con su nombre en la Avenida del Flamenco.

Dos hombres con traje en una oficina, uno de ellos está firmando un libro sobre una mesa y detrás hay varias banderas oficiales

Su interpretación combinó técnica, emoción y narrativa musical, conectando con espectadores de todas las edades. El 3 de agosto, Pepe de Lucía fue galardonado con el ‘Castillete de Oro’, reconociendo su trayectoria y legado familiar.

El cantaor y productor dedicó el premio a  Camarón de la Isla y a Paco de Lucía, reforzando la conexión entre historia y presente. Ese día,  la bailaora Sara Baras presentó Vuela, homenaje a Paco de Lucía, en un espectáculo que fusionó emoción, tradición  y creatividad.

La  Avenida del Flamenco sumó nuevas estrellas con placas dedicadas a Pepe y Paco de Lucía.
Actos de palmas, cantes improvisados y taconeo reforzaron el carácter participativo del festival.

El trovo colombiano unió culturas, mostrando que la improvisación poética es un puente que trasciende fronteras.

Pepe Habichuela, Jesús Carmona y Antonio Muñoz: fuerza de la tradición

El 4 y 5 de agosto, Pepe Habichuela recibió el ‘Castillete de Oro’, rememorando su trayectoria junto a Enrique Morente.

Jesús Carmona presentó Unidos, espectáculo que combinó madurez escénica y memoria colectiva, con ovaciones unánimes del público. Ambos artistas descubrieron sus placas en la Avenida del Flamenco, consolidando la tradición y la continuidad del Festival.

El homenaje póstumo a Barquerito de Fuengirola emocionó al público con la entrega del ‘Carburo de Oro’. Antonio Muñoz fue distinguido con el mismo galardón, dedicándolo a su abuelo y reafirmando su vínculo con La Unión.

La Cata Flamenca de Montilla recibió el premio ‘Rojo el Alpargatero’, destacando medio siglo de colaboración cultural con la localidad.

Juan Pinilla presentó su primera novela, Los colores de la nieve, acompañando la lectura con recital flamenco.

Mayte Martín y Ezequiel Benítez protagonizaron un cierre inolvidable en el  Antiguo Mercado Público. Sus interpretaciones combinaron fidelidad a la tradición, emoción y homenajes, dejando al público cautivado.

Conservatorio de Música de Cartagena y jóvenes talentos

El 8 de agosto, el Conservatorio de Música de Cartagena recibió el premio ‘Esteban Bernal Velasco’. La distinción reconoció su labor pionera en la enseñanza del flamenco, con cerca de 40 alumnos en la especialidad.

Víctor Rodríguez, vicerrector, subrayó la importancia de transmitir raíces, emoción y cultura viva a nuevas generaciones.

Alumnos del Conservatorio interpretaron obras de Yerai Cortés y tradicionales, demostrando talento y formación de alto nivel. La ceremonia reafirmó la conexión entre educación musical, patrimonio cultural y proyección internacional del flamenco.

El galardón reforzó la misión del Festival de visibilizar y consolidar instituciones comprometidas con la cultura.

Cinco bailarinas con vestidos largos y vaporosos de color azul claro realizan una coreografía sobre un escenario iluminado con luces azules frente a un público.

Ballet Flamenco de Andalucía y la fuerza del trovo

El 6 de agosto, el Ballet Flamenco de Andalucía presentó Tierra Bendita, recorriendo palos representativos del flamenco. Bajo la dirección de Patricia Guerrero, la compañía combinó tradición, modernidad y homenaje a la historia minera de La Unión.

El público ovacionó la intensidad de los bailes y la poesía de la puesta en escena.

El 7 de agosto, los galardones “Pencho Cros” reconocieron la trayectoria de Antonio Carrión, Antonio Conde y Juan Pinilla. El 9 de agosto, se celebró el VII Certamen Internacional de Trovo, coronando a Juan Diego Celdrán “Barbarroja”.

El veterano Alfonso Conesa Meroño, “El Levantino”, fue homenajeado con el premio “Trovero Marín”, consolidando la memoria y tradición oral.

Hombre con traje sosteniendo un trofeo en el escenario de un festival de flamenco con una silla y un micrófono al fondo

La Lámpara Minera y jóvenes promesas

El 10 de agosto, Gregorio Moya Lara ganó la Lámpara Minera, sumando cuatro premios en cante y 29.000 euros en total. José del Calli y Francisco Heredia fueron premiados en levantica y tarantas, respectivamente, recibiendo aplausos del público.

En baile, Salomé Ramírez Almagro obtuvo el ‘Desplante’, mientras José María Viñas Coca logró el segundo premio.

José Carlos Esteban-Hanza Fernández, pianista de 20 años y sobrino de Tomatito, ganó el premio ‘Filón’.

El Bordón Minero quedó desierto; Toni Abellán recibió el segundo premio. Samuel del Río Carmona ganó el nuevo galardón de guitarra ‘Mariano Conde’.

El Premio Especial del Jurado al mejor acompañamiento fue para Paco Cortés, resaltando la diversidad de talentos y la continuidad del flamenco.

La Unión: patrimonio, emoción y futuro

La 64ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas reafirmó a La Unión como epicentro del flamenco mundial.

Homenajes, galardones, exposiciones, literatura y música demostraron que el certamen integra tradición, innovación y compromiso social. Con cada actuación, La Unión celebra su historia minera y proyecta el flamenco como patrimonio cultural universal, emocionando a visitantes y artistas por igual.

El Festival mostró que la música, el baile  y la poesía  no solo se viven, se sienten. Cada jornada combinó memoria, creatividad y emoción, consolidando la Catedral del Cante como templo vivo de la cultura flamenca.

La edición de  2025 deja huella, asegurando que La Unión seguirá siendo un referente mundial  donde la tradición y la modernidad se encuentran.

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